A nivel mundial, la desnutrición aguda grave afecta a 14 millones de niños menores de 5 años, lo cual es causa de preocupación, señala una investigación publicada en Science Translational Medicine.
Este escenario llevó a que un equipo de biólogos, neurólogos y especialistas en biomas intestinales encontrarán que cuando los alimentos fueron formulados para promover el crecimiento de bacterias beneficiosas en el intestino, los niños con desnutrición severa se recuperaron más rápido en comparación con aquellos que recibieron alimentos un tratamiento estándar.
Esto se debe a que el microbioma, que son los microbios en nuestro cuerpo, desempeña un papel clave en la absorción de nutrientes y la mejora de la salud intestinal.
Al proporcionar alimentos que favorezcan un microbioma saludable, se puede acelerar el proceso de recuperación, ya que estos ayudan a fortalecer las defensas del cuerpo y mejorar la digestión de manera más efectiva.
Durante años, el tratamiento estándar para los niños con desnutrición aguda severa ha consistido en alimentarlos con tratamiento que generalmente mezclan cacahuetes, aceite, mantequilla, azúcar y leche en polvo.
Esta combinación proporciona una gran cantidad de calorías de forma rápida, ayudando a los niños en riesgo de muerte por desnutrición puedan recuperar peso y fuerza lo más rápido posible.
La función de bacterias intestinales
Cuando los niños sufren una grave falta de alimentos, no solo pierden peso y capacidad para defenderse de enfermedades, sino que también su microbioma intestinal se empobrece o debilita porque al no tener suficientes alimentos para procesar, las bacterias intestinales disminuyen.
En estudios con ratones, se observó que aquellos que recibieron alimentos diseñados para mejorar su microbioma ganaron peso más rápido que los que solo recibieron una dieta alta en calorías.
Para ver si el efecto era mismo entre los niños, el equipo de investigares llevó a cabo un estudio controlado y aleatorio de tres meses de un suplemento alimenticio dirigido al microbioma intestinal a 64 niños de Bangladesh de 12 a 18 meses de edad que sufrían de desnutrición grave.
A otro grupo de 64 niños que también sufrían de desnutrición severa se les suministró un tratamiento estándar.
Todos los niños del estudio fueron evaluados durante los tres meses. El equipo de investigación descubrió que aquellos niños que recibieron los suplementos de mejora del bioma ganaron peso en menos tiempo que los niños que recibieron alimentos terapéuticos tradicionales.
“Su alimento complementario dirigido al microbioma mejoró el crecimiento a diferencia que un suplemento más denso en calorías y de uso común. Aumentó la abundancia plasmática de proteínas involucradas en el desarrollo musculoesquelético y del sistema nervioso central”, expusieron los investigadores.
Los autores vincularon las mejoras en la salud de los niños a los cambios en las especies de microbioma intestinal asociados al crecimiento, sobre todo las cepas de Prevotella copri y sus vías de degradación de carbohidratos.
Microbioma intestinal, aliado en la salud de la infancia
La desnutrición aguda grave es una de las principales causas de mortalidad infantil en países emergentes.
"En México, la desnutrición crónica afecta a uno de cada ocho niños y niñas en la primera infancia", de acuerdo con datos de la UNICEF.
Añade que la una dieta suficiente, pobre en nutrientes se asocia con más de la mitad de las muertes de niñas y niños en todo el mundo.
"La microbiota estimula el sistema inmunológico, descomponen los compuestos alimentarios potencialmente tóxicos y sintetizan ciertas vitaminas y aminoácidos, incluidas las vitaminas B y la vitamina K", expone un estudio de la Universidad de Harvard.
Destaca que los prebióticos son sustancias que alimentan y favorecen el crecimiento de las bacterias que son benéficas para la microbiota intestinal.
Aunque existen suplementos que contienen fibras prebióticas, muchos alimentos las proporcionan de forma natural.
Las fuentes más ricas de prebióticos se encuentran en alimentos crudos como el ajo, la cebolla, el puerro, los espárragos, las alcachofas de Jerusalén, las hojas de diente de león, los plátanos y las algas marinas.
En general, las frutas, verduras, frijoles y granos integrales, como el trigo, la avena y la cebada, son también una fuente importante de fibra prebiótica.
Por lo que este estudio abre nuevas posibilidades para combatir la desnutrición grave con el desarrollo de nuevos tratamiento enfocados en alimentar o aumentar el microbioma intestinal.
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