La previsión de crecimiento económico y el buen manejo de la inflación en Latinoamérica apuntan a un aumento del consumo para 2025, aunque los consumidores serán más exigentes y selectivos a la hora de elegir productos, concluyó un estudio de Ipsos, una firma de investigación de mercados Ipsos.
Destacaron que la región de Latinoamérica muestra señales de un panorama económico más favorable, con un crecimiento proyectado en torno al 2.3 %, citando las últimas estimaciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Esta previsión, acompañada de un control relativamente efectivo de la inflación, abre la puerta a un posible aumento del consumo en los próximos meses, destacaron durante el el webinar “Ipsos Entendiendo al Consumidor Latinoamericano en 2025”.
Además, el fenómeno del nearshoring o la relocalización de empresas a la región, beneficiaría al consumo, particularmente a México por la cercanía con el mercado estadounidense, lo cual se traducirá en mayor atracción de la inversión extranjera.
Jean-Christophe Salles, CEO de Ipsos para Latinoamérica, destacó que el crecimiento moderado para el consumo estará acompañado de consumidores más selectivos y cautelosos a la hora de elegir productos y marcas.
“El consumo debería seguir creciendo en 2025. Los consumidores están bastante atentos a la mejor opción. Temas de omnicanalidad, de marcas, de e-commerce estarán presentes. La segmentación por el nivel socioeconómico seguirá siendo totalmente relevante porque al final implica no solamente la compra de diferentes productos, sino también un comportamiento de compra que puede ser diferente”, consideró Jean-Christophe Salles, CEO de Ipsos para Latinoamérica.
Situación mejor, pero seguirán las desigualdades
Durante el evento virtual, el especialista destacó que aún cuando se prevé un mejor crecimiento, los problemas estructurales que afectan a la región, como la alta desigualdad y el desempleo y la inseguridad, seguirán impactando en el entorno y, especialmente, en las decisiones de compra y en la elección de canales de los consumidores latinoamericanos.
La preocupación por el desempleo ha aumentado. Actualmente, un 44% de los latinoamericanos que fueron encuestados por Ipsos dijeron que enfrentaron dificultades económicas, sobre todo en países como Argentina, Chile, Perú y Colombia.
Esto ha llevado a un incremento en las compras a través de múltiples canales, un fenómeno conocido como "omnicanalidad", con consumidores más inclinados a buscar la mejor opción de precio y calidad.
Los consumidores se muestran más inclinados a buscar “la mejor opción” posible, un comportamiento que refleja el contexto de una competencia cada vez más intensa entre empresas, se expuso.
Por lo que el especialista sugirió que las empresas deberán adaptar sus ofertas para cubrir las necesidades específicas de diferentes estratos sociales, al mismo tiempo, deben considerar las expectativas de los consumidores en términos de inclusión social y reducción de la desigualdad.
En busca de valores seguridad y simplicidad
A pesar de la preocupación por el poder adquisitivo, la mayoría de los consumidores latinoamericanos se inclinará por la “simplicidad y seguridad” al momento de realizar sus compras.
Según el estudio, el 69 por ciento de los entrevistados asegura que prefiere elegir marcas que reflejan sus propios valores personales, una tendencia que apunta a la importancia de representación genuina de las marcas en la vida de los consumidores.
En este sentido, las marcas que logren conectar emocionalmente con los consumidores y ofrecerles una propuesta coherente con sus creencias tendrán una ventaja considerable.
Por otro lado, el 83 por ciento de los consumidores afirmó confiar más en productos nuevos de marcas que ya conocen. Este dato refleja un fenómeno de fidelización importante, en el que la familiaridad y la reputación juegan un papel esencial en la toma de decisiones de compra.
Lo anterior se presenta en un contexto de creciente polarización, baja confianza en las instituciones y gobiernos, desconexión con las élites y falta de representatividad de la región, subrayó Jean-Christophe Salles.
Impacto del crimen y la violencia en el consumo
Otro factor relevante señalado por el especialista es la persistente preocupación por la violencia y el crimen, que afecta a casi la mitad de la población latinoamericana (48%).
Este fenómeno no solo tiene repercusiones en la seguridad personal, sino que también está alterando los hábitos de consumo.
Los consumidores están evitando determinados horarios y zonas para hacer compras, lo que podría tener un impacto directo en el comercio tradicional.
Las empresas tendrán que adaptarse a estas nuevas condiciones, ofreciendo opciones más seguras y convenientes, como el comercio electrónico y servicios de entrega a domicilio.
El efecto más inmediato sería en el consumidor, que tiene que adaptar sus hábitos para exponerse a menos riesgos. Por ejemplo, muchas personas ya declaran que prefieren irse temprano a sus viviendas para evitar llegar tarde por la noche, caminar por la noche”, dijo María Paula Molina Market Strategy & Understanding en Ipsos Colombia al participar en el webinar.
“Un segundo nivel de riesgo, abundó, se encuentra entre los propios negocios. Está siendo sorpresivo el avance que hay de otra actividad criminal, que es la extorsión. Muchos establecimientos de atención al público como tiendas, restaurantes, empresas de transporte e incluso colegios reciben amenazas, si no pagan cuotas, lo cual obliga a estas empresas a elevar los costos de seguridad”, agregó.
Envejecimiento y la Generación Z
En cuanto a los cambios demográficos, el envejecimiento de la población latinoamericana es una tendencia que también influirá en los hábitos de consumo. En este sentido, la Generación Z (nacida entre 1997 y 2010) se perfila como uno de los grupos más relevantes para los próximos años.
Esta generación, que ha crecido en un entorno completamente digital y global, tiene expectativas muy diferentes respecto al consumo.
El CEO de Ipsos para Latinoamérica dijo que esta región está más abierta a la tecnología que muchas otras partes del mundo, lo que la convierte en un terreno fértil para la innovación en el consumo digital, la inteligencia artificial y el comercio electrónico.
La adopción de tecnología será un factor determinante en la evolución del mercado, pues los consumidores más jóvenes priorizan la accesibilidad digital, la rapidez y la experiencia personalizada.
Esto representa tanto un desafío como una oportunidad para las marcas, que deberán ser capaces de ofrecer experiencias innovadoras y adaptadas a las nuevas demandas del mercado.
“Creo que de forma general, en América Latina tenemos la tendencia a ver siempre el vaso medio vacío. Yo creo que la situación de la región no está tan mal. Creo que podemos empezar a ver el vaso medio lleno”, destacó Jean-Christophe Salles.
“Si miramos algunas tendencias del tema, como el del envejecimiento, al final América Latina registra que la población sí es más vieja, pero todavía mucho menos vieja que en Europa o que algunos países de Asia. En tecnología, la población de latinoamerica está más emocionada y en el tema de desigualdad, se está reduciendo la pobreza, sobre todo en México y en Brasil”, consideró el especialista.
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