Expertos del Hospital Houston Methodist explican en qué momento deja de ser saludable el consumo de vino, que muchos asumen como sano.
De manera habitual se pueden leer noticias sobre nuevos descubrimientos de los beneficios a la salud que otorga el vino. Las afirmaciones van desde cómo una copa de vino al día es capaz de reducir ciertas enfermedades.
De manera simple y directa, no existen evidencias científicas que realmente prueben que beber vino es bueno para la salud”, afirma Joshua Septimus, Profesor asociado de medicina clínica del Hospital Houston Methodist.
De la gran cantidad de estudios observacionales que se han hecho a lo largo de los años para examinar las supuestas virtudes del vino y otros tipos de alcohol, ninguno ha concluido beneficios a la salud a mediano o largo plazo.
De hecho, de forma frecuente se confunden los resultados, atribuyéndole al vino beneficios que en realidad son atribuibles a otras elecciones saludables. Por ejemplo, un bajo riesgo cardiovascular es más bien debido a que los individuos del estudio hacen ejercicio y comen saludablemente y no por beber vino.
Esto no quiero decir que no se pueda beber vino, pero siempre es mejor disfrutarlo con moderación. Y siendo consciente de que no estás minimizando los aspectos negativos del alcohol al pensar que tiene beneficios positivos para la salud”, puntualiza Septimus.
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¿Cómo afecta el consumo de vino al cuerpo?
En el corto plazo el alcohol, provenga de la bebida de donde provenga puede ocasionar:
- Alteraciones de juicio
- Disrupciones al dormir
- Interacciones negativas con algunos medicamentos que puedas estar tomando, incluidos los que se venden sin receta como los analgésicos
- Dispara migrañas y cambios de humor
Según los especialistas, cuando se consume esta bebida con moderación, parece que no ocasiona tantos problemas negativos a la salud como otros tipos de bebidas alcohólicas. Entonces, beber de más con regularidad provoca un riesgo aumentado de desarrollar diversas enfermedades.
También existe el debate de que si una copa pequeña de vino de vino de vez en cuando está bien para las mujeres embarazadas. El Colegio Americano de Ginecología y Obstetricia recomienda que las mujeres embarazadas eviten beber alcohol completamente.
Por último, todo el alcohol, incluido el vino, es una fuente de “calorías vacías”. Es decir, no hay beneficios nutricionales en el alcohol y cada gramo proporciona 7 calorías, lo cual es muy elevado calóricamente hablando. Entonces, beber es por sí mismo un factor importante para subir de peso.
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Consumo de vino
En los últimos cinco años, el consumo de vino en México aumentó de 450 a 950 mililitros per cápita. Sin embargo, la producción nacional solo alcanza para satisfacer el 30% de la demanda interna.
Ante ello, el Consejo Mexicano Vitivinícola implementó distintas acciones que buscan incrementar la producción de uva y vino mexicano. Una de las principales iniciativas es la Ley de Fomento Vitivinícola que se promulgó en mayo de 2018. A través de sus planes, programas y proyectos, se busca duplicar la superficie de terreno dedicado a la producción de uva.
Desde hace algunos años la producción de uva ha cobrado gran relevancia en el mercado mexicano, donde se han incrementado las tierras que se destinan a este fin.
Esta bebida pasa por uno de sus mejores momentos, 1 de cada 3 botellas que se consumen en México son de producción nacional .Y en los últimos años, el consumo anual creció 28% hasta alcanzar casi un litro per cápita.
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