El estudio Salud y sostenibilidad marcan la alimentación del futuro, realizado por AECOC, señala que 8 de cada 10 consumidores gastan más en alimentos saludables que antes de la pandemia. El consumo de alimentos saludables aumentó un 15% en 2020.
Durante el encuentro virtual sobre alimentación saludable organizado por la cooperativa Consum DecirHaciendo, destacó que el consumo de alimentos saludables tiene un importante componente digital. Según el estudio La nueva conciencia saludable, realizado también por AECOC, un 56% de los consumidores buscan información de los productos online y también en redes sociales.
Las búsquedas en Google de las palabras alimentación saludable en España crecieron un 22%, con 5,4 millones de búsquedas. 3 de cada 10 consumidores siguen a algún influencer sobre alimentación y el 35% busca información en páginas web.
¿Por qué consumir alimentos saludables?
Según AECOC, la preocupación por consumir alimentos saludables se debe a varios factores. Por un lado, la preocupación por tener un sistema inmunológico fuerte que pueda combatir al virus. Y por otro, el cuidado por la salud física y la lucha contra la obesidad, un problema que ha aumentado considerablemente durante la pandemia.
Al respecto, Juan Francisco Merino, Director de la Unidad Mixta de Investigación en Endocrinología, Nutrición y Dietoterapia del Instituto de Investigación Sanitaria La Fe de Valencia, dijo que el siglo actual es definido como el siglo de la epidemia de la enfermedad metabólica.
“Tenemos cifras de obesidad del 18,3% y de sobrepeso del 26,2%, con lo que sólo el 55% de la población en España está en normopeso. El incremento de la obesidad va asociado al incremento de la diabetes mellitus tipo 2. Pasaremos de una prevalencia mundial de 463 millones de personas con diabetes a 700 millones en 2045, si no aplicamos la máxima de alimentación saludable y ejercicio diario”, dijo.
Acciones para una alimentación saludable
Para atender las demandas de los consumidores, Ricardo Fabregat, Ejecutivo de Seguridad Alimentaria y Calidad de Producto de Consum, destaca el trabajo que realizan en la reformulación de los productos de marca propia desde hace muchos años. Eliminando aditivos innecesarios, sustituyendo grasas cuestionadas por otras de consideración nutricional más elevada. Y reduciendo aquellos nutrientes que pudieran estar en exceso y cuya bajada contribuye a mejorar la ingesta nutricional para los consumidores.
“Las líneas de trabajo de reducción de azúcares, sal y grasas saturadas, siguiendo la Estrategia NAOS, se abordaron con éxito en un trabajo que lleva dos años y que ha implicado a muchas áreas de Consum. El reto no es solo hacer una reducción, sino hacerlo manteniendo las garantías del producto, sin afectar a su sabor, aroma, etcétera”, asevera Fabregat.
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