Los alimentos funcionales están cumpliendo el rol de ofrecer un plus en materia de nutrición. Cada vez se consumen más productos con prebióticos, como la fibra, la inulina, los que tienen lacto bacilos. La gente está buscando más opciones que le den un beneficio; sin embargo esta misma situación hace que el tema de alimentos funcionales se vuelva un tanto confuso debido a que se tienen tantas opciones, incluyendo vitaminas y minerales, lo que obliga al consumidor a estar bien informado.
Hoy en día vemos a un consumidor mucho más informado que está en la búsqueda de lo mejor. Un consumidor que busca regresar a lo natural, busca alimentos con beneficios adicionales, es decir alimentos funcionales, como por ejemplo las frutas, verduras y la fibra.
Dentro de las principales tendencias del consumidor se encuentra la salud digestiva como una de las principales. En México vemos un aumento en la ingestión de fibra por parte de la población del país, aunque todavía es deficiente el consumo. En el país todavía no llegamos al 100% de lo que deberíamos consumir de fibra, que son como 30 gramos para mujeres y 35 para hombres. Según los últimos datos estamos consumiendo sólo el 60% en promedio.
Actualmente está creciendo la producción de alimentos que contienen fibra en diferentes categorías: bebidas, pastelería, barras y cereales. Por ejemplo, en el caso de la fibra, sabemos que se tiene una percepción de que no es necesariamente rica, por lo cual la industria trabaja en demostrar que puede brindar un producto delicioso con los beneficios funcionales que la fibra ofrece para tener un sistema digestivo saludable, al ser un prebiótico que ayuda a mantener una flora intestinal saludable para prevenir posibles daños.
Planes de alimentación en base a los alimentos funcionales
Actualmente están en revisión, y para su futura modificación, las guías que nos dicen cómo debemos de fomentar una alimentación saludable. Se trata de la Norma Alimentaria 043, la cual busca que cada uno de los que tenemos un rol en la industria podamos comunicar a la población los beneficios que en materia de salud ofrecen los alimentos.
Por ejemplo, dicha norma antes solo te decía: “incluye frutas, verduras y cereales en tu dieta”, de manera general. Se acompañaba con la imagen del plato del bien comer para hacerlo más específico.
La modificación que viene ahora –entre otras cosas porque no se está consumiendo la cantidad necesaria de fibra—, dice que consumas cereales, pero que busques opciones integrales, con la cantidad de fibra adecuada. Si hay modificaciones. Es un cambio que viene desde las Guías Alimentarias y va a ir bajando para diferentes sectores.
Sin embargo, por parte del consumidor no existe un adecuado control de porciones. En México la realidad es que con los porcentajes de sobrepeso y obesidad no existe, nos falta mucho en materia de educación en nutrición y alimentación a nivel población en general.
Y por ello todos los que estamos involucrados en la academia, los líderes de opinión, el gobierno, el sector salud y la industria, cada uno en su trinchera, está tratando de realizar acciones que impacten y que ayuden a tener un consumidor más informado.
Panorama actual y futuro
En cuanto a la industria, de manera general, los productos etiquetados hacen un gran esfuerzo por facilitar el conocimiento que da el mismo acerca de las porciones. Hay tablas muy claras, incluso se hace el esfuerzo de hacer un resumen de esa tabla nutrimental y ponerlo en el frente del empaque.
La realidad es que todavía falta mucho para que los consumidores entiendan la tabla y los números que aparecen. Cada vez más se hacen esfuerzos por hacerlos sencillos, pero todavía falta mucho.
En la medida de que el porcentaje de sobrepeso y obesidad disminuya entre la población, se podrá que vamos mejorando en cuanto al control de porciones; sin embargo, en la última estadística que tenemos, se dice que 7 de cada 10 mexicanos tienen sobrepeso u obesidad, por tanto, yo creo que los controles de porciones no están siendo los adecuados.
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Si seguimos las guías del plato del bien comer, éstas dicen que se debe incluir en el desayuno, comida y cena, por lo menos un integrante de cada grupo de alimentos. Por ejemplo en el desayuno: proteínas por medio de la leche o el yogur; un integrante que brinde carbohidratos a través de los cereales; y un alimento que ofrezca vitaminas y minerales, puede ser frutas o verduras.
Siempre promovemos seguir el plato del bien comer. Lo cual incluye consumir productos que cuenten con los beneficios prebióticos de la fibra, y que ayudan a consumir el porcentaje requerido de fibra diaria.
Por Lorena Almeida, Coordinadora de Nutrición de Kellogg´s