De acuerdo con datos del Acuerdo Nacional para la Salud Alimentaria: Estrategia contra el sobrepeso y la obesidad de la Secretaría de Salud, el incremento de este par de males se ha triplicado principalmente en la población infantil durante el 2006.
Comparado con datos de 1980, la prevalencia conjunta de sobrepeso y obesidad se observa actualmente en uno de cada cuatro niños, al tiempo que uno de cada tres adolescentes la padecen, colocando a México en el nada honroso primer lugar de obesidad infantil a nivel mundial.
Este fenómeno no es privativo de esta población, el incremento es extensivo a los adultos en todo el país en sus diversos estratos sociales.
Medidas contra el sobrepeso
Las recomendaciones y medidas de prevención, hablando en términos de hábitos de alimentación, que hacen los profesionales de la salud y, particularmente los nutriólogos, son: una alimentación saludable que incluya los tres grupos principales de alimentos: hidratos de carbono (preferentemente aquellos con bajo índice glucémico), proteínas de origen animal (con bajo contenido de grasa) y de origen vegetal provenientes de leguminosas, principalmente, que al combinarse con los cereales, aportan proteínas completas al organismo y, desde luego, las frutas y verduras que conforman el tercer grupo de alimentos.
El consumo de seis a ocho vasos de agua son imprescindibles para facilitar el buen funcionamiento del cuerpo, así como fraccionar la alimentación en varias comidas con porciones pequeñas, lo que permite tener energía constante y evita la sensación de hambre que conduce al consumo de alimentos altamente calóricos.
Disminuir al máximo el consumo de bebidas azucaradas tanto carbonatadas como no carbonatadas, aguas frescas y jugos endulzados, sustituyéndolas por bebidas saludables endulzadas con un sustituto de azúcar totalmente natural, de bajo índice glucémico y a base de Stevia, es otra recomendación saludable.
Finalmente, reducir el consumo de alimentos con alto contenido de grasas saturadas y de grasas trans, botanas y alimentos fritos, prefiriendo las semillas oleaginosas como nueces, cacahuates, etcétera (tan útiles en las colaciones), aportan proteínas y grasas saludables.
Importancia del índice glucémico
El Índice Glucémico (IG) es la clasificación en una escala de 0 a 100 de la velocidad con la que un alimento que contiene carbohidratos, eleva el nivel de glucosa en sangre. Para obtener el IG de cada alimento, se realiza una prueba cada 15 minutos de la glucemia una vez ingerido dicho alimento y se comparan con los resultados obtenidos realizando la misma prueba, pero con la misma cantidad de glucosa.
La glucosa es el referente al tener un IG de 100. Por lo anterior, se infiere que un alimento con alto IG eleva la glucosa en sangre más que los alimentos con mediano o bajo IG.
Cuando una persona que no presenta diabetes, mantiene una alimentación abundante en alimentos con IG alto, la glucosa excedente en sangre se almacenará en forma de grasa por los procesos metabólicos que realiza el organismo, pudiendo desencadenar una serie de padecimientos o enfermedades.
En cambio, cuando la dieta incluye hidratos de carbono en su mayoría de bajo IG, la salud se beneficia al permitir a la persona alcanzar o mantener un peso saludable, brindando otros beneficios como controlar los niveles de glucosa en sangre manteniendo buena energía, favorecer el control del colesterol sanguíneo, pudiendo incluso, ayudar a incrementar el colesterol de alta densidad HDL conocido como colesterol bueno.
Ayudar a tener saciedad, facilitando el control del apetito, puede disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, así como el riesgo de desarrollar Diabetes Mellitus. Es importante mencionar, que el Índice Glucémico de un alimento se ve afectado por diversos factores, entre ellos el tipo y tiempo de cocción.
Compromiso por la alimentación saludable
Tanto a nivel internacional como nacional, las diversas instituciones relacionadas con la salud, han solicitado a la industria alimentaria, su colaboración en el cuidado de la salud de la población, invitándoles a reducir el sodio, grasas saturadas, grasas trans, así como la cantidad de azúcar adicionados a los alimentos que elaboran.
Esta recomendación se ha hecho extensiva a los consumidores, aconsejándoles que adopten medidas y hábitos de alimentación.
Al respecto, la industria alimentaria ha realizado algunos cambios en estos aspectos, pero se encuentran ante la disyuntiva de mantener el perfil de palatabilidad de sus productos para seguir teniendo la preferencia de sus consumidores. En este rubro, las empresas que elaboran alimentos a los que se adiciona azúcares, cuentan con excelentes opciones para reducirlos o sustituirlos.
El perfil nutrimental
Así, las empresas están comprometidas con mejorar el perfil nutrimental de sus productos para contribuir con ello a reducir los crecientes problemas de salud que presenta la población mundial. De igual manera, fomentar hábitos saludables es otra acción que debe seguir impulsandose. Recordemos que un hábito se adquiere a través de la repetición constante de una acción hasta que ella se hace de manera automática.
Considerando lo anterior, es necesario pensar que, al ser los padres quienes generalmente deciden y proporcionan a los jóvenes y niños la alimentación diaria, son quienes también deben adquirir conocimientos y conciencia de cuáles son las características de una alimentación saludable para ofrecerla en la mesa familiar, logrando con ello la aceptación y disfrute de la alimentación alta en frutas y verduras, moderada en hidratos de carbono, procurando elegir principalmente aquellos de bajo índice glucémico, grasas saturadas y azúcares, incluyendo también el consumo de 6 a 8 vasos de agua de preferencia natural.
La alimentación debe ser variada, atractiva a la vista y desde luego sabrosa, características que no son contrarias a la alimentación saludable. Dentro de los alimentos con alto IG se encuentran el pan blanco, azúcar, miel, puré de papa, chocolate con leche, caramelos, entre otros, mientras que los de bajo IG incluyen por ejemplo a la mayoría de frutas y verduras, el yogur, los frutos secos, cereales como la avena y otros. Para conocer el IG de algunos alimentos específicos, se puede visitar la página de internet: www.superlifenatural.com
Para concluir, se puede deducir que las recomendaciones de una alimentación saludable, incluyen directamente a los alimentos de bajo IG. El reto para combatir la obesidad en México incluye tanto a los gobiernos a través de sus dependencias de salud, a las industrias de alimentos, así como a cada uno de los individuos para que, con agrado y convicción, se mejore la alimentación tomando acertadas y más consientes decisiones al momento de seleccionar los alimentos, así como al elegir las bebidas que se consumen, procurando incluir en la vida diaria la actividad física o el ejercicio.