La industria alimentaria en América Latina enfrenta un panorama regulatorio cambiante que promete transformar la forma en que se producen, envasan y comercializan los alimentos ultraprocesados. Países como México, Chile, Argentina y Brasil han introducido nuevas normativas que buscan combatir la creciente crisis de salud pública relacionada con el consumo de productos altos en azúcares, grasas y sodio.
Estas regulaciones, que abarcan desde etiquetas de advertencia hasta restricciones en la publicidad, están teniendo un impacto directo en la cadena de producción y en las decisiones estratégicas de los fabricantes de alimentos y bebidas.
Estudios recientes han destacado cómo estas políticas están obligando a los productores a replantear sus procesos, desde la reformulación de productos hasta la innovación en empaques que cumplan con los estándares de sostenibilidad y seguridad alimentaria.
Impacto de las normativas en la producción y fabricación de alimentos ultraprocesados
El etiquetado frontal de advertencia es una de las medidas más disruptivas introducidas en varios países de América Latina, esta normativa obliga a los fabricantes a incluir sellos visibles en el empaque de productos que exceden los límites recomendados de azúcares, sodio y grasas saturadas.
En el caso de México, desde la implementación de la Norma Oficial Mexicana NOM-051, se ha registrado una disminución del 25% en el consumo de productos con sellos de advertencia, lo que ha presionado a las empresas a reformular sus productos para evitar dichas etiquetas.
Este fenómeno ha generado un cambio profundo en la fabricación de alimentos, con empresas invirtiendo en la investigación y desarrollo (I+D) de nuevos ingredientes y procesos que permitan reducir los niveles de componentes críticos sin comprometer el sabor o la calidad del producto.
Innovación en envasado y empaquetado de alimentos y bebidas
Las normativas también están impulsando cambios en el envasado y empaquetado de alimentos. Las nuevas leyes exigen que los empaques no solo cumplan con requisitos de etiquetado más estrictos, sino también con estándares de sostenibilidad. En Brasil, la implementación de regulaciones para reducir el uso de plásticos no reciclables ha llevado a un aumento en la demanda de soluciones de empaquetado sostenibles, como materiales biodegradables o reciclables.
Además, estas iniciativas responden a una tendencia más amplia hacia la economía circular, donde las empresas buscan reducir el impacto ambiental a lo largo de todo el ciclo de vida del producto.
Reformulación y sustitución de ingredientes
Las empresas de alimentos y bebidas están explorando nuevas formas de cumplir con las regulaciones mediante la reformulación de productos, utilizando edulcorantes naturales, grasas alternativas y reduciendo el contenido de sodio.
Al mismo tiempo, se espera que la tendencia hacia los alimentos funcionales gane terreno en la región.
Estos productos, que ofrecen beneficios adicionales para la salud, están emergiendo como una alternativa a los productos ultraprocesados tradicionales.
Esto representa una oportunidad clave para las empresas que buscan diversificar su cartera de productos y alinear su oferta con las expectativas de un mercado en evolución.
El auge de los ingredientes culinarios procesados: ¿Qué buscan los consumidores? ↗
El auge de los ingredientes culinarios procesados es un reflejo del dinamismo y la adaptabilidad
Sostenibilidad y economía circular
Otra tendencia emergente en la industria es la adopción de prácticas sostenibles en la producción y el empaquetado de alimentos. Las regulaciones en países como Chile y Colombia están incentivando el uso de empaques reciclables y la reducción de residuos plásticos.
Además, el concepto de economía circular está ganando tracción, empujando a las empresas a pensar en cómo pueden reutilizar y reciclar los materiales a lo largo del ciclo de vida del producto.
Por ejemplo, empresas como Danone están adoptando modelos de negocio que incluyen el uso de empaques reciclados y reciclables, con el objetivo de reducir su huella ambiental y cumplir con las expectativas de los consumidores y reguladores.
Las nuevas regulaciones en América Latina están remodelando la industria de alimentos ultraprocesados, impulsando cambios significativos en la producción, envasado y comercialización. Desde la reformulación de productos hasta la adopción de prácticas más sostenibles, las empresas que operan en este sector deben estar preparadas para adaptarse a un entorno en constante evolución, mantenerse al tanto de las normativas, innovar en sus procesos y apostar por la sostenibilidad serán claves para su éxito futuro.
La capacidad de las empresas para adaptarse a este nuevo escenario regulatorio determinará no solo su competitividad en el mercado local, sino también su capacidad para acceder a nuevos mercados y satisfacer las demandas de un consumidor cada vez más informado y exigente.
No dejes de leer: Un mayor consumo de proteínas y fibra beneficia la pérdida de peso, destaca investigación