La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos prohibió el uso del aceite vegetal bromado (BVO, por sus siglas en inglés) en productos alimenticios.
Esta medida, que empezará a aplicarse a partir de este 2 de agosto, se tomó después de que la agencia concluyó que el aditivo, utilizado principalmente en bebidas con sabor a cítricos, ya no puede considerarse seguro para el consumo humano.
El aceite vegetal bromado es un compuesto químico (obtenido por la reacción del bromo con aceites vegetales insaturados) que se ha utilizado durante décadas como estabilizador en bebidas carbonatadas, especialmente aquellas con sabores cítricos.
Su función principal es evitar que los saborizantes se separen y floten hacia la superficie de la bebida, manteniendo así una apariencia y sabor uniformes, describe el regulador estadounidense de alimentos.
Hasta ahora, la FDA había permitido el uso de BVO en cantidades limitadas, no superiores a 15 partes por millón.
En los últimos años, la seguridad de este ingrediente había sido cuestionada por científicos y organismos representantes de los consumidores, lo que llevó a una reconsideración sobre el estatus regulatorio del químico.
La noticia se dio a conocer después de que el estado de California prohibió el uso del BVO, junto con otros tres aditivos alimentarios, en octubre del año pasado. La disposición entrará en vigor en el 2027.
El proceso de prohibición
Tras más de 50 años de estudios que demostraron efectos adversos para la salud por consumir aceite vegetal bromado, la decisión de prohibir el BVO ha llevado a un proceso que empezó a retomarse a partir de 16 de mayo de 2022.
Fue entonces cuando la Administración de Alimentos y Medicamentos publicó un estudio en la revista Food and Chemical Toxicology sobre los posibles efectos sobre la salud relacionados con el consumo de este aditivo en roedores.
El hallazgo fue que “los altos niveles de exposición al aceite vegetal bromado puede tener posibles efectos negativos en la tiroides y en la salud en los roedores”.
Para noviembre de 2023, la FDA emitió una propuesta para echar atrás la regulación que permite el uso del bromuro en alimentos.
La prohibición oficial entró en vigor el 3 de julio de 2024, cuando se revocó formalmente la regulación que autorizaba el uso del aditivo en alimentos.
“Los datos de animales y seres humanos, incluida la nueva información de estudios recientes dirigidos por la FDA sobre BVO, ya no proporcionan una base para concluir que el uso de BVO en los alimentos es seguro”, expuso la autoridad reguladora.
Por lo que la regla entrará en vigor el 2 de agosto de 2024.
Se ha fijado un periodo de transición de un año para que las empresas reformulen sus productos, actualicen el etiquetado y agoten sus inventarios actuales.
Impacto en la industria y los consumidores
Aunque la FDA sostiene que no muchos productos en Estados Unidos utilizan actualmente BVO, la prohibición tendrá un impacto en aquellas empresas que aún lo emplean en sus formulaciones.
The Center for Science in the Public Interest documentó que hay, por lo menos, 600 productos que pueden contener BVO, según la base de datos de productos alimenticios de marca global del Departamento de Agricultura (USDA, sigla en inglés).
Estas compañías tendrán que invertir en investigación y desarrollo para encontrar alternativas seguras que mantengan las propiedades deseadas en sus bebidas.
Para los consumidores, la prohibición significa mayor seguridad en los alimentos y bebidas que consumen.
Durante el periodo de transición de un año, es importante que los consumidores estén atentos a las etiquetas de los productos.
Por lo que The Center for Science in the Public Interest y especialistas dan algunas recomendaciones para identificar productos con BVO.
- Revisar la lista de ingredientes: El BVO debe estar claramente indicado como "aceite vegetal bromado" o "bromado" seguido de un tipo específico de aceite, como soja.
- Prestar atención a las bebidas: Especialmente a las de sabores a cítricos, ya que el aditivo es más común en este tipo de bebidas.
- Observar la apariencia: Si una bebida se ve turbia en toda la botella, podría contener BVO.
- Marcas genéricas: Es más probable que los refrescos de marca blanca o genéricos contengan BVO en comparación con las marcas más reconocidas.
Riesgos para la salud
La decisión de la FDA se basó en estudios científicos, realizados en colaboración con los Institutos Nacionales de Salud (NIH), que revelaron posibles efectos adversos para la salud humana asociados con el consumo de BVO.
El estudio consistió en alimentar a ratas con BVO en cantidades similares a las que algunas personas podrían consumir a través de fuentes de alimentos y bebidas.
Los resultados mostraron aumentos en la cantidad de bromuro en su sangre y en los niveles de triglicéridos bromados en el corazón, el pulmón y el tejido graso.
También se observaron cambios en algunos niveles e impactos en la glándula tiroides, esta última es responsable de regular el metabolismo y el desarrollo del cerebro.
“La tiroides es un órgano objetivo de toxicidad después de la exposición a la BVO en la dieta en ratas y proporciona evidencia por primera vez de que, a dosis altas, la exposición a este aditivo alimentario da lugar a una perturbación en la glándula tiroidea”, concluye el estudio.
Además de los efectos sobre la tiroides, la acumulación excesiva de bromo en el cuerpo puede dañar el sistema nervioso central, provocando dolores de cabeza y náuseas.
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