La ley de etiquetado frontal o “Ley de comida chatarra” como fue nombrada en Colombia, una medida basada en la advertencia mediante etiquetas adheridas en los productos alimentarios, reconocida por la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Este tipo de etiquetado fue implementado en los países latinoamericanos como: Chile, Uruguay, Perú y Colombia.
Dicha legislación fue instaurada por el Ministerio de Salud y Protección Social en su compromiso con la salud pública de los colombianos mediante la Resolución 810 del 2021, los requisitos de etiquetado nutricional y frontal que deben cumplir los alimentos envasados o empacados para consumo humano.
La Resolución No. 810 de 2021 entrará en vigor el próximo diciembre de 2022 y traerá cambios en las tablas nutricionales y el uso de sellos frontales para los alimentos y bebidas empacadas. Con esta medida se pretende fomentar entornos alimentarios saludables y prevenir enfermedades como la obesidad o la diabetes.
Las características del etiquetado frontal en Colombia
A diferencia del etiquetado en México, los sellos frontales en Colombia serán de color negro de forma circular y ofrecerán información sobre alto contenido de sodio, grasas saturadas y azúcares. Además, existirán sellos frontales positivos que estarán relacionados con los alimentos que cumplan con ingredientes positivos para la salud.
La Resolución No. 810 de 2021 tiene las siguientes características:
- Aplica a todos los alimentos empacados (pocas excepciones).
- Entra en vigencia 18 meses después de su expedición – 16 de diciembre de 2022.
- Reemplaza la Resolución No. 333 de 2011, por medio de la cual se establece el reglamento técnico sobre los requisitos de rotulado o etiquetado nutricional que deben cumplir los alimentos envasados para consumo humano.
Este nuevo etiquetado tiene como objetivo proporcionar al consumidor final una información nutricional lo suficientemente clara y comprensible sobre el producto, y que, de esta manera, el consumidor pueda efectuar una elección informada.
Los pioneros en la iniciativa
El pionero en comenzar con la implementación del etiquetado de alimentos fue Ecuador en el 2014, que, si bien es un poco diferente al resto de los países porque es un etiquetado frontal a modo de semáforo, puede decirse que fue la punta de lanza para que todos los demás países se sumaron.
En el 2016 se implementó en Chile. Chile lo que hizo fue un etiquetado frontal un poco diferente, utilizó lo que en México se denominaron octágono negros con un recuadro blanco que en su interior explica lo alto en lo que son los ingredientes azúcares, grasas saturadas, sodio y calorías. En el 2018 se unió a esta tendencia Uruguay y Perú, con un etiquetado parecido al de Chile y en México se implementó oficialmente a partir del 2020.
Argentina se sumó a esta tendencia recientemente y ha respondido al modelo de perfil de nutrientes de la Organización Panamericana de Salud. Este modelo de perfil de nutrientes tomó como base la clasificación NOVA. Por ello es importante recalcar que el etiquetado frontal esta ya una tendencia en toda América Latina.
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