A finales de 2024, la Comisión Europea promulgó el Reglamento (UE) 2024/2895, que modifica el Reglamento (CE) n.º 2073/2005 en relación con los criterios microbiológicos para Listeria monocytogenes en alimentos listos para el consumo.
Esta actualización responde al incremento de casos de listeriosis en la Unión Europea y busca fortalecer la seguridad alimentaria a lo largo de toda la cadena de suministro.
Listeria monocytogenes es un patógeno transmitido por alimentos que representa un riesgo significativo para la salud pública debido a su elevada tasa de letalidad.
Según el informe de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), en 2022 se detectó un aumento del 15.9% en los casos de listeriosis en humanos en la Unión Europea en comparación con 2021, alcanzando una de las cifras más elevadas de muertes por brotes de enfermedades transmitidas por alimentos en la última década.
Este incremento subraya la necesidad de revisar y fortalecer los criterios de seguridad alimentaria para Listeria monocytogenes, asegurando una protección coherente y elevada de los consumidores en toda la cadena alimentaria.
Principales modificaciones introducidas por el reglamento 2024/2895
El Reglamento (UE) 2024/2895 introduce cambios significativos en los criterios microbiológicos aplicables a los ALC que pueden favorecer el desarrollo de L. monocytogenes, excluyendo aquellos destinados a lactantes o para usos médicos especiales. Las modificaciones clave son:
Aplicación del criterio de ausencia en 25 g durante toda la vida útil: Anteriormente, el criterio de "no detectado en 25 g" se aplicaba antes de que el alimento abandonara el control inmediato del explotador de la empresa alimentaria, salvo que este pudiera demostrar que el nivel de Listeria monocytogenes no superaría las 100 ufc/g durante la vida útil del producto.
Con la nueva regulación, este criterio se extiende a toda la vida útil del producto en situaciones donde el explotador no pueda demostrar, una satisfacción de la autoridad competente, que el nivel de L. monocytogenes permanecerá por debajo de 100 ufc/g.
Reforzamiento de la evidencia para el límite de 100 ufc/g: Para aplicar el límite de 100 ufc/g, los explotadores deben proporcionar pruebas sólidas que demuestren que el producto no superará este nivel durante su vida útil.
Esto puede implicar la realización de estudios de vida útil, ensayos de desafío y la implementación de límites intermedios durante el proceso de producción que sean lo suficientemente bajos para garantizar el cumplimiento del límite al final de la vida útil.
¿Cuáles son las implicaciones para la industria alimentaria?
La implementación de este reglamento, efectiva a partir del 1 de julio de 2026, conlleva varias responsabilidades para los explotadores de empresas alimentarias:
- Evaluación y validación de procesos: Es imperativo que las empresas revisen y validen sus procesos de producción para garantizar que los ALC no favorezcan el crecimiento de Listeria monocytogenes por encima de los límites establecidos. Esto incluye la validación de procesos de conservación, formulaciones de productos y condiciones de almacenamiento.
- Estudios de vida útil y ensayos de desafío: Las empresas deben llevar a cabo estudios de vida útil y, cuando sea necesario, ensayos de desafío para evaluar el comportamiento de L. monocytogenes en sus productos. Estos estudios deben ser científicamente sólidos y estar disponibles para su revisión por parte de las autoridades competentes.
- Documentación y demostración de cumplimiento: Es esencial mantener una documentación detallada que demuestre el cumplimiento de los criterios microbiológicos establecidos. Esto incluye registros de monitoreo, resultados de análisis y evidencia de la implementación de medidas de control efectivas.
- Formación y sensibilización del personal: El personal involucrado en la producción y manipulación de ALC debe recibir formación adecuada sobre las nuevas exigencias y las prácticas necesarias para prevenir la contaminación y el crecimiento de Listeria monocytogenes.
Desafíos técnicos
La adaptación a estos nuevos requisitos presenta desafíos técnicos para la industria alimentaria:
1. Desarrollo de métodos analíticos sensibles y específicos
La detección de Listeria monocytogenes en niveles bajos requiere métodos analíticos con alta sensibilidad y especificidad. Es crucial que los laboratorios utilicen métodos validados y reconocidos, como los estándares EN/ISO 11290-1 y EN/ISO 11290-2, para la detección y enumeración de este patógeno.
2. Implementación de sistemas de gestión de la seguridad alimentaria
La integración de los nuevos criterios en los sistemas de gestión de la seguridad alimentaria existentes, como el Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control (APPCC), es fundamental.
Esto implica la reevaluación de los peligros, la identificación de nuevos puntos críticos de control y la actualización de los procedimientos operativos estándar.
3. Control de la cadena de suministro
Es vital garantizar que los proveedores de materias primas y otros insumos cumplan con los criterios microbiológicos establecidos. Esto puede requerir auditorías de proveedores, especificaciones más estrictas y acuerdos de garantía de calidad.
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