Como toda actividad productiva, la acuicultura puede presentar dificultades y muchas veces se encuentran experiencias negativas. La inexperiencia, la falta de información y de planificación y el desconocimiento de algunos aspectos básicos pueden contribuir a fracasos indeseables.
El pescado y los productos pesqueros son el alimento de origen animal más perecible. La experiencia diaria demuestra la facilidad con que se deterioran, y muchas veces todo el esfuerzo se pierde por el simple hecho de que el pescado no llega en condiciones aptas de frescura al consumidor.
En ese sentido, la acuicultura conlleva algunos factores de riesgo para la salud de los consumidores que sería necesario tener en cuenta. Aspectos tales como:
- ubicación de la producción
- calidad del agua
- alimentación
- sistemas de producción
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Toxicidad de las sustancias químicas en la acuacultura
En la acuacultura, la toxicidad generalmente se reserva para los efectos nocivos de concentraciones elevadas de metabolitos (dióxido de carbono, amoníaco, nitrito y sulfuro de hidrógeno), toxinas de algas, metales pesados y productos químicos agrícolas e industriales.
La toxicidad se puede expresar por varias reacciones de organismos a sustancias dañinas. Al aumentar lenta y metódicamente las concentraciones de sustancias potencialmente tóxicas, se pueden observar una serie de respuestas.
Inicialmente, la concentración es demasiado baja para evocar una respuesta medible u observable. A una mayor concentración, los animales mostrarán cambios de comportamiento como evitar, aumentar la respiración, toser, cambios en los patrones de natación, etcétera.
El aumento de la concentración de la sustancia causará lesiones en branquias u otras partes del cuerpo, revestimiento de moco en branquias y lesiones internas. A una mayor concentración de toxinas, los animales exhibirán un comportamiento errático, como nadar en la superficie y perder el equilibrio.
Las leyes protegen a la acuacultura de las sustancias nocivas
En Ecuador, la Ley Orgánica para el Desarrollo de la Acuicultura y Pesca tiene como objetivo fomentar y desarrollar el uso racional de los recursos hidrobiológicos.
La normativa está orientada a lograr la sostenibilidad de los recursos pesqueros y acuícolas nacionales. A través de medidas para prevenir, desalentar y eliminar la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada.
Su propósito es salvaguardar los intereses legítimos del sector acuícola y pesquero ecuatoriano y su crecimiento racional, uno de los importantes pilares de generación de empleo y de exportación con los que cuenta el país.
Para reforzar dicho propósito, entrará en vigor el uso de sustancias químicas controladas el 1 de enero de 2024 en Ecuador.
Por su parte, en el sector productivo de Perú no es obligatoria la implementación y aplicación del sistema HACCP (Hazard Analysis and Critical Control Point, en español: Análisis de Peligros y Control de Puntos Críticos), y más bien se considera una responsabilidad del propio sector productivo o industrial.
Finalmente, el control higiénico sanitario de los alimentos y los productos pesqueros, se transformaron en los últimos años como consecuencia de la elevada incidencia de las Enfermedades Transmitidas por Alimentos (ETA). Que aún hoy son una de las principales causas de enfermedad y mortalidad en muchos países.