La Federación Mexicana de Lechería (Femeleche) celebró la aprobación de la nueva Ley Federal de Protección a la Propiedad Industrial por parte de la Cámara de Diputados y Senadores, ya que considera que beneficia tanto a los ganaderos como a los consumidores, ya que se les dará certeza sobre el contenido real de sus alimentos.
Para Vicente Gómez Cobo presidente de Femeleche, las normativas que rigen al sector contribuyen al crecimiento de la producción de leche y aseguran que las empresas compitan en igualdad de condiciones, evitando una competencia desleal en el mercado. Añadió que no solo es oportuna la entrada en vigor de este marco regulatorio, sino también la vigilancia en el cumplimiento de este.
Normas a favor del consumidor
La entrada en vigor este año de las Normas Oficiales Mexicanas de leche en polvo (NOM-222-SCFI/SAGARPA-2018), de yogurt (NOM-181- SCFI/SAGARPA-2018) y de quesos (NOM-223-SCFI/SAGARPA-2018) establecen las especificaciones para la composición, contenido nutrimental y la información que deben presentar al público estos productos son un gran avance para que el consumidor tenga la certeza de que lo que está comprando es realmente el producto que se le ofrece.
“Las NOMs son un mecanismo del Estado que da certidumbre al consumidor y, desde la industria, benefician a aquellos que están haciendo las cosas correctamente”, comenta Vicente Gómez Cobo.
El presidente de Femeleche explicó que actualmente existen marcas tanto de leche como de quesos que utilizan "recursos engañosos" para publicitarse, afectando al mismo tiempo la economía de los ganaderos mexicanos, quitándole espacio en los anaqueles a mercancías que sí cumplen con los requisitos para ser llamados leche.
¿Qué dice la norma 223?
La NORMA Oficial Mexicana NOM-223-SCFI/SAGARPA-2018, establecida para garantiza que los productos que se comercialicen en México contengan los requisitos necesarios con el fin de lograr una efectiva protección del consumidor.
Esta normativa establece las denominaciones y las especificaciones fisicoquímicas que deben cumplir los quesos -frescos y madurados- para ostentar dicha denominación, los métodos de prueba para demostrar su cumplimiento y la información comercial que deben contener las etiquetas de los envases que los contienen.
Además, de acuerdo con las normas internacionales del Codex Alimentarius para las distintas variedades de quesos, o grupos de variedades de quesos, algunos de estos productos podrán contener disposiciones fisicoquímicas más específicas.
De acuerdo con las especificaciones de la norma, para que un producto pueda ser vendido como queso, la proporción entre las proteínas de suero y la caseína no sea superior a la de la leche y se puede adicionar hasta un máximo de 2% de concentrados de proteína de leche con caseína o caseinatos.
“Para los quesos frescos o madurados que se les adiciona concentrados de proteína de leche con caseína o caseinatos se debe indicar el contenido en porcentaje de caseína o caseinatos (hasta un máximo de 2%) del producto final, en la superficie principal de exhibición de la etiqueta, de un tamaño igual o mayor al tamaño del contenido neto”, dice la NOM 223.