Etiquetado frontal en Argentina y su impacto en las redes sociales

El pasado 27 de octubre el Congreso argentino aprobó la ley de etiquetado frontal en Argentina. La cual obliga a la industria de alimentos a disponer de etiquetas en los envases que alerten al consumidor sobre excesos de azúcares, grasas y sodio.

De acuerdo con un reporte de QSocialNow, una compañía de Big Data e Inteligencia Artificial, en las redes sociales organismos internacionales de referencia en la temática elogiaron su sanción. A su vez, los consumidores destacaron entre los principales argumentos a favor el consumo consciente de los alimentos.

Según el informe, la aprobación de la ley de etiquetado frontal en Argentina generó repercusiones en las redes sociales. Con mayores volúmenes de contenido neutral y positivo. Y el consumo consciente apareció como el principal argumento a favor.

Argumentos a favor de la ley de etiquetado frontal

Entre las repercusiones favorables, se destacó la publicación de la cuenta oficial de la Organización Panamericana de la Salud (UNICEFargentina y opsargentina) del pasado 27 de octubre de 2021.

En segunda instancia se mencionó la cuenta influencer en defensa al consumidor, unicefargentina, que junto al festejo comparte la consigna #EtiquetadoClaroYA. Este hashtag fue uno de los más utilizados (18% del total) junto a #LeyDeEtiquetadoYa (22%), que se ubicó como la principal entre los consumidores.

También en forma favorable se mencionó que la legislación mejorará la alimentación de argentinos, que es  una ley para las familias. En contraposición a que leyes que son impulsadas desde el sector empresarial, otorgando mayor credibilidad a las que favorecen a los consumidores.

El impacto negativo ante la aprobación del etiquetado

En torno a la emoción de ira, se registra un volumen mayor de descalificaciones hacia quienes votaron en contra o se opusieron a la ley, a quienes les dan los calificativos de:

• Tóxicos
• Ignorantes
• Necios
• Bobos

Entre estos, destacan las críticas de consumidores a personas identificadas como los principales defensores de empresas de alimentos.

En menor medida, la ira representa a quienes se oponen a la aprobación de la ley, alegando que impedirá el acceso de alimentos al país y comparaciones con Venezuela. Entre los sentidos negativos que circulan, se cuestiona al oficialismo por problemáticas no resueltas como la inflación y el hambre, asegurando que son más importantes.

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