La función de los suplementos alimenticios es incrementar, complementar o suplir alguno de los componentes que se adquieren a través de los alimentos que ingiere a diario la población. Pues algunos no obtienen en su alimentación todos los nutrimentos que necesitan y por ello recurren a los suplementos alimenticos, para complementar su alimentación.
En entrevista exclusiva con The Food Tech®, Juan Pablo Fueyo, Director Legal y de Asuntos Públicos en Herbalife Internacional de México y Vicepresidente de la Asociación Nacional de la Industria de Suplementos Alimenticios (ANAISA), destaca que las empresas que forman parte de la Asociación buscan de forma constante el cumplimiento regulatorio.
“Siempre buscando tener el piso parejo para que podamos desarrollar la industria, para poder llegar a más mexicanos. Y de esa manera contribuir con una buena nutrición, lo cual se transforma en una buena salud de nuestros consumidores”, subraya.
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Las principales normativas que rigen a la industria de suplementos alimenticios
De acuerdo con el especialista, a la industria de los suplementos alimenticios en México la rigen:
- el Reglamento de Control Sanitario de Productos y Servicios
- el Reglamento de la Ley General de Salud en materia de Publicidad
- la Norma 251 que refiere a las prácticas de higiene para el proceso de alimentos, bebidas y suplementos alimenticios
“El primero es el de aditivos y coadyuvantes en alimentos, bebidas y suplementos y el acuerdo por el cual se determinan las plantas prohibidas o permitidas para tés, infusiones y suplementos alimenticios”, señala el especialista.
Fueyo señala que en el proceso de fabricación se tienen que ajustar a lo que dice la propia Norma 251, sobre las buenas prácticas que debe de seguir cualquier fábrica o planta en la que se fabriquen alimentos, bebidas y suplementos alimenticios.
“Y además, todo el proceso de distribución y comercialización de estos productos. Para el tema de comercialización, tenemos que cumplir con la Ley de Protección al Consumidor, como cualquier comerciante de cualquier producto que se vende en este país”, indica.
Agrega: “para la publicidad nos tenemos que ajustar a lo que señala el Reglamento en materia de publicidad. Que básicamente es señalar cuáles son los ingredientes o cuáles son los nutrimentos particulares de su suplemento alimenticio”.
Además, explica que para el desarrollo de nuevos productos hay que ajustar estas regulaciones particulares para estar en posibilidades de comercializar, distribuir y fabricar esos productos en México.
Aplicación de las leyes en esta industria
La industria de suplementos alimenticios está vigilada por la Cofepris, particularmente la Comisión de Operación Sanitaria, al tratarse de productos de bajo riesgo, como han sido clasificados por la autoridad desde hace muchos años.
“Nosotros debemos de presentar un aviso de funcionamiento con los productos que se comercializan y en consecuencia, tenemos una vigilancia post mercado. ¿Qué significa esto? Que la Cofepris nos vigila una vez que el producto está disponible para el consumidor", dice.
El organismo tiene las facultades para realizar visitas de inspección en las plantas, en las bodegas y el punto de venta para verificar que los productos que están etiquetados como suplementos alimenticios cumplan con estas regulaciones, incluido el tema de etiquetado y e ingredientes.
En ese sentido, los fabricantes de suplementos alimenticios en México necesitan obtener certificados de libre venta para poder exportar sus productos a otros países. Y aquellos distribuidores que importan sus productos necesitan un permiso sanitario previo de importación también emitido por la Cofepris.
Y en estos trámites de importación y exportación respectivamente, la propia Cofepris revisa etiquetas, contenidos, ingredientes y en su caso puede emitir comentarios para que se hagan los ajustes pertinentes. O en su defecto, emite los permisos pertinentes para que comercializar los productos.
Principales desafíos para la industria de suplementos alimenticios
Juan Pablo Fueyo destaca que el desarrollo de nuevos productos también puede llegar a complicarse porque la industria cuenta con una regulación de hace muchos años. Por lo cual es necesario hacer todo un análisis de esos ingredientes novedosos que pueden constituir un suplemento alimenticio.
Además, se tiene que ir con la propia Cofepris para su evaluación, lo cual puede retrasar el proceso de desarrollo algunos meses, que es el proceso en que el organismo tarda en dar respuesta a estos ingredientes novedosos.
“La regulación de publicidad es mucho muy restrictiva. Y poder comunicar al consumidor para qué es un suplemento alimenticio, para qué son útiles sus ingredientes es muy complicado por las propias limitaciones que tiene ese reglamento. Entonces la comunicación es lo que se nos complica”, enfatiza.
El vicepresidente de ANAISA destaca que “la prioridad es buscar la actualización, una definición más moderna, una serie de declaraciones que podamos hacer respecto de los nutrientes que tiene cada uno de los suplementos. El objetivo es poder hacer desarrollos, comercializar, informar al consumidor y que el propio consumidor haga una decisión informada al momento de elegir un producto”.
“Lo que hacemos es tener mucha comunicación dentro de ANAISA y estamos en contacto constante con la Cofepris para revisar si hay avances con alguna regulación o algún posicionamiento. Del cual debamos de tener en cuenta como socios, fabricantes, distribuidores, importadores y vendedores de suplementos alimenticios”, concluye.
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