Las inconsistencias frente a los sistemas de etiquetado de alimentos en paquetes (FoP) en toda la Unión Europea (UE) y Reino Unido son una fuente de confusión para los consumidores y causan dolores de cabeza para las corporaciones, según un documento técnico sobre etiquetado nutricional publicado por Griffith Foods.
Hasta ahora, el etiquetado FoP ha sido voluntario, pero todo eso puede cambiar pronto. La UE tiene la intención de adoptar un sistema estandarizado para fines de 2022, y el esquema de sal y azúcar con alto contenido de grasa del Reino Unido está programado para convertirse en ley en 2023.
El mayor obstáculo para la introducción de un sistema estandarizado radica, en primer lugar, en que los estados miembros acuerden el sistema en desarrollo. El principal problema para las empresas alimentarias, especialmente aquellas que operan en todo Reino Unido y la UE, es el tablero de ajedrez de los sistemas que se utilizan en el Espacio Económico Europeo”, explicó el gerente de mercado de Snack Europe, Simon Hewlett.
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Un sistema complicado para las empresas
El popular sistema Nutri-Score es el candidato probable para su adopción en la UE. Muchos reconocerán el grado nutricional de la A a la E que se mueve de verde a rojo dependiendo del valor nutricional de los alimentos. Parece bastante simple, pero no todos los países están de acuerdo en su utilidad.
Algunos se oponen a este esquema de etiquetado de alimentos argumentando que simplifica en exceso el valor nutritivo de los productos. El mayor beneficio es mejorar la salud general de los consumidores al proporcionar la información para permitir que todos realicen compras informadas. Esto significa que tienen la capacidad de reducir la ingesta de calorías, grasa, sal y azúcar, lo que a su vez puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades crónicas.
A pesar de que 269 científicos europeos han pedido a la Comisión Europea que adopte el sistema Nutri-score rápidamente, Italia, por ejemplo, ha rechazado el sistema en su totalidad. Esta nación afirma que el sistema penaliza injustamente la dieta mediterránea y minimiza el valor nutricional de muchos productos.
Reino Unido se complica con el etiquetado de alimentos
El Departamento de Salud y Asistencia Social del Reino Unido (DHSC) ya ha publicado sus directrices de promoción de alimentos y regulaciones de colocación de acuerdo con el esquema HFSS. Algunas de esas directrices, como la regulación que dicta dónde se pueden exhibir los productos HFSS en las tiendas, comenzarán en octubre.
"La orientación de HFSS tendrá un impacto predominante en la promoción de los productos: el mayor desafío es que, tras la salida de la Comunidad Europea, las exportaciones e importaciones pueden volverse más desafiantes, ya que los sistemas de etiquetado nutricional pueden diferir entre sí", agregan Bloeman y Hewlett.
El esquema HFSS de Reino Unido tampoco está exento de detractores. En abril de este año, Kellogg's anunció una demanda contra el gobierno del Reino Unido por no incluir la leche en los datos nutricionales de sus cereales. Por el contrario, la organización Action on Salt afirma que las pautas de HFSS no van lo suficientemente lejos y aún ponen en riesgo a los ciudadanos.
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