Argentina da pasos para alinear las operaciones y metodologías de la industria alimentaria hacia las nuevas tendencias en el mercado y garantizar a la población el acceso a alimentos seguros y, para ello, el gobierno apuesta por la actualización de las normativas que deben cumplir las empresas productoras.
Para responder a estas nuevas necesidades de los consumidores, el Código Alimentario Argentino (CAA), tuvo una actualización en agosto de 2022, en la que incluye los términos “vegano” o “vegetariano” en las etiquetas de los alimentos elaborados a base de plantas.
Este ajuste fue publicado en el Boletín Oficial de Argentina y proporciona un marco normativo para promover el registro y autorización de establecimientos lácteos de elaboración artesanal, además de garantizar la inocuidad y la calidad de los productos alimenticios.
El ajuste de tuerca en la regulación también permitirá al 12% de argentinos que llevan una alimentación basada en una dieta vegana y vegetariana tener la seguridad de que los productos que consumen están etiquetados de forma correcta.
El beneficio no es solo para los consumidores. La actualización abre nuevas oportunidades para los productores, ya que les permite ofrecer alimentos de calidad, con la seguridad de que se cumplen las normas de sanidad animal, higiene, buenas prácticas, cuidado ambiental e inocuidad alimentaria.
Estas adiciones al código no fueron las únicas que recibió el CAA. En 2019, la Secretaría de Gobierno de Agroindustria informó sobre la incorporación de la fruta açaí o asaí al Código Alimentario Argentino, a través de la Resolución Conjunta N°2/2019 de las Secretarías de Alimentos y Bioeconomía y de Regulación y Gestión Sanitaria, que dependen de la Secretaría de Gobierno de Salud.
Este movimiento respondió a que se registró una creciente demanda mundial de la pulpa de este fruto, lo que aseguraría grandes perspectivas para la industrialización local -el fruto solamente es consumido luego de su procesamiento ya que la parte comestible del Açaí es la pulpa- e intercambio comercial con el principal productor: Brasil.
En ese mismo año, a través de la Resolución Conjunta N°1/2019, se sustituyó el artículo 186 bis del CAA referido a la incorporación de la Resoluciones Grupo Mercado Común N° 40/15 y 41/15 "Reglamento técnico Mercosur sobre materiales, envases y equipamientos celulósicos destinados a estar en contacto con alimentos y "Reglamento Técnico Mercosur sobre materiales celulósicos para cocción y filtración en caliente", respectivamente.
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De qué va la legislación
El Código Alimentario Argentino (CAA) es un conjunto de disposiciones higiénico-sanitarias, bromatológicas y de identificación comercial. Esta normativa, considerada dentro de la Ley 18.284 y reglamentada por el Decreto 2126/71, tiene como objetivo la protección de la salud de la población y garantizar el acceso a alimentos inocuos.
Estas legislaciones son modificadas y actualizadas periódicamente por la Comisión Nacional de Alimentos (CONAL), un organismo técnico que se encarga de las tareas de asesoramiento, apoyo y seguimiento del Sistema Nacional de Control de Alimentos.
Estos lineamientos son vigilados por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación (SAGPyA) y establecen las disposiciones para la producción, el etiquetado, el embalaje y la publicidad de los alimentos, así como los requisitos que deben cumplir las empresas para la importación y exportación de alimentos.
Uno de los puntos más importantes del CAA es el que dispone las reglamentaciones para la producción de alimentos. Esto incluye la implementación de las buenas prácticas de producción, la selección de los insumos utilizados y los requisitos para su manipulación y almacenamiento.
Otro inciso clave es el que se refiere al etiquetado de los alimentos. Dicho código indica que todos los productos alimenticios deben tener una etiqueta que indique su composición, fecha de vencimiento, nombre del fabricante y cualquier información relevante para la salud del consumidor.
Además, el código alimentario argentino también regula la publicidad de los alimentos. Esto incluye la prohibición de hacer afirmaciones falsas o engañosas sobre los artículos ofertados y los requisitos que deben cumplir al presentar estos productos en los medios de comunicación.
Las expectativas en la instauración de Código Alimentario Argentino
El CCA busca promover una agricultura y una industria de alimentos sostenible, mediante el estímulo hacia prácticas agrícolas y de producción que sean amigables con el medio ambiente y que contribuyan a la conservación de los recursos naturales.
Otra expectativa de la normativa es la de mejorar la competitividad de la industria alimentaria argentina en el mercado interno y en el mercado internacional, mediante la promoción de productos de alta calidad y seguros para el consumo humano.
El rol de la Comisión Nacional de Alimentos (CONAL), -la cual trabaja para asegurar el cumplimiento del Código Alimentario Argentino- es fundamental ya que impacta directamente en la calidad de vida de las personas y en la competitividad de la industria de alimentos del país”, comentó en 2019 Andrés Murchison, entonces secretario de Alimentos y Bioeconomia.
El CAA también contribuye a generar un marco normativo que facilite y promueva el registro y autorización de establecimientos lácteos de elaboración artesanal. Esto permite que se puedan comercializar productos lácteos de calidad, elaborados de forma tradicional con la intervención directa de los productores, sin desatender los principios de sanidad animal, higiene, buenas prácticas, cuidado ambiental e inocuidad alimentaria.
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Reglamentaciones similares en Latinoamérica
El Código Alimentario Argentino es una de las normativas más avanzadas de Latinoamérica. Otros países también tienen sus propias legislaciones; sin embargo, todos tienen como base el CAA, ya que sirve como modelo para la región. Algunos ejemplos incluyen:
- El Código Sanitario de Alimentos de México (COSA)
- El Código Sanitario de Alimentos de Brasil (COSAN)
- El Código Alimentario de Chile
- El Código Sanitario de Alimentos de Colombia
En general, estas normativas similares al CAA en América Latina buscan garantizar la seguridad alimentaria y la salubridad de los productos alimenticios consumidos en sus respectivos países, mediante la regulación de las prácticas de producción, la selección de los insumos utilizados, y las regulaciones para la manipulación, almacenamiento y comercialización de los alimentos.
Estudios sobre el código alimentario
Hay varios estudios e investigaciones que han analizado el Código Alimentario Argentino (CAA) y su impacto en la seguridad alimentaria y la salubridad de los productos alimenticios consumidos en dicho país. Algunos ejemplos incluyen:
- Un estudio realizado en el año 2020 evaluó la eficacia de las regulaciones del CAA en la prevención de la contaminación microbiana en carnes y productos cárnicos en Argentina. Los resultados del estudio mostraron que las normativas del CAA son eficaces en la prevención de la contaminación microbiana en estos productos alimenticios.
- En 2017 se evaluó el cumplimiento de las regulaciones del CAA en la industria láctea argentina. Los descubrimientos mostraron que la mayoría de las empresas del sector cumplían con las regulaciones establecidas en el código, pero hubo algunas áreas de mejora, como la necesidad de mejorar la trazabilidad de los productos alimenticios.
- Durante 2016 se analizó la eficacia en los ramos de la prevención de la contaminación por plaguicidas en frutas y verduras en Argentina. Los resultados mostraron que las regulaciones del CAA son eficaces en este ramo.
- En 2015 se observó la eficacia de las regulaciones del CAA en la prevención de la contaminación por metales pesados en pescados en Argentina. Los resultados del estudio mostraron que las regulaciones del CAA son eficaces en la prevención de la contaminación por metales pesados en estos productos alimenticios.
Los estudios desarrollados sugieren que la implementación del Código Alimentario Argentino es eficaz al momento de garantizar la seguridad alimentaria y la salubridad de los productos alimentarios, aunque también señalan algunas áreas de mejora, como la necesidad de mejorar su trazabilidad.
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