De acuerdo con una evaluación actualizada realizada por los expertos de la EFSA, la ingesta alimentaria de sulfitos podría suponer un problema de seguridad para quienes consumen gran cantidad de alimentos que contienen estos aditivos.
Sin embargo, la falta de información relativa a la toxicidad ha hecho que no se hayan podido confirmar los efectos nocivos para la salud.
El sulfito está presente de forma natural en el organismo así como en alimentos como:
- Manzana
- Arroz
- Cebolla
- Col
- Vino
Los sulfitos se agregan como conservantes a una serie de alimentos como:
- Frutas y hortalizas desecadas
- Productos a base de patata
- Cerveza
- Bebidas a base de malta
- Vino
- Zumo de frutas
También pueden utilizarse para detener la fermentación en curso durante el proceso de vinificación.
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¿Qué tan segura es la ingesta de sulfitos?
Los especialistas de la EFSA no disponen de datos suficientes relativos a la toxicidad como para determinar un nivel de ingesta diaria admisible (IDA).
Para colmar esta laguna, calculamos márgenes de exposición (ME) teniendo en cuenta las ingestas alimentarias y la dosis asociada a los efectos neurotóxicos en los ensayos realizados con animales”, declara Maged Younes, presidente de la Comisión Técnica de Aditivos y Aromas Alimentarios de la EFSA.
Una ingesta diaria admisible es un indicio por debajo del cual sabemos que la ingesta diaria es segura.
Younes señala que cuando existen pruebas de efectos nocivos, pero no son suficientes para que confirmar la cantidad que se considera segura, el ME indica si las ingestas actuales pueden llegar a ser nocivas.
El ME es la ratio entre la dosis más baja estimada en la que se observa un efecto adverso y el nivel de exposición a la sustancia.
En el caso de los sulfitos, una ratio inferior a 80 podría apuntar a un problema de seguridad.
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Probabilidad de riesgo
Matthew Wright, presidente del grupo de trabajo de la EFSA sobre dióxido de azufre-sulfitos, dice que los MOE que calculó la organización estaban por debajo de 80 para grandes consumidores en todos los grupos de población, excepto los adolescentes.
Esto significa que las ingestas estimadas para estos consumidores superan potencialmente lo que se consideraría seguro, hasta en un 12,5 % para los niños (de 3 a 10 años) y hasta en un 60 % para los adultos”, señala.
Los expertos encontraron evidencia de efectos adversos para la salud en el sistema nervioso central. Como una respuesta tardía de las células nerviosas a los estímulos, una señal temprana de disfunción del sistema nervioso.
Los científicos de la EFSA también reafirmaron su recomendación anterior de investigar más a fondo la hipersensibilidad o la intolerancia entre algunos consumidores sensibles debido a las lagunas de conocimiento.
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