La pandemia y los crecientes efectos del cambio climático cambiaron por completo el paradigma de la industria alimentaria, por lo que temas como la sostenibilidad, el trato ético con los animales y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), son pilares fundamentales del sector.
- De acuerdo con el estudio “Global greenhouse gas emissions from animal-based foods are twice those of plant-based foods”, el sistema alimentario genera alrededor del 35% de las emisiones antropogénicas de gases de efecto invernadero provocadas por el hombre.
Dichas emisiones equivalen aproximadamente a 17 mil 300 millones de toneladas métricas; es decir, 17 mil 318 teragramos de dióxido de carbono emitidas cada año. Por lo que las emisiones de la industria alimentaria también tienen un papel relevante ante la crisis climática global.
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La forma en que la industria alimentaria podría proteger al medio ambiente
Dentro de la industria de alimentos es fundamental que existan reglas y normas que puedan procurar una protección real al medio ambiente. Por ello, la Organización Internacional de Normalización o ISO (International Organization for Standarization de sus siglas en inglés) se centra en conseguir estos estándares internacionales.
En el caso de la norma ISO 14001, el objetivo consiste en implementar un Sistema de Gestión Ambiental cumpliendo los requisitos que sean necesarios.
Esta norma de Sistemas de Gestión Ambiental (SGA) consigue que las empresas puedan demostrar que son responsables y están comprometidas con la protección del medio ambiente.
Sin embargo, para los jugadores del sector, el poder seguir esta normativa podría representar una dificultad añadida en la actividad de la empresa a la hora de implantarla, ya que podría modificar alguno o varios de los procedimientos frecuentes que sigue la empresa.
Los beneficios de la ISO-14001
Además de proteger el medio ambiente, cumplir con esta norma permite a las empresas reforzar su imagen comercial de empresa sostenible y respetuosa con el medio ambiente, aumentando así la posibilidad de realizar ventas o prestar servicios en un futuro. Además de evitar multas.
Esta normativa se presenta como una herramienta crucial para gestionar e identificar los riesgos ambientales que pueden producirse durante la cadena productiva, así como beneficios económicos y una mayor confianza de clientes, proveedores, sociedad y comunidad.
Con la identificación y gestión de los riesgos que se consigue con esta norma, se tiene en cuenta tanto la prevención de riesgos como la protección del medio ambiente, siguiendo la normativa legal y las necesidades socioeconómicas requeridas para su cumplimento.
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