El sistema del etiquetado frontal de advertencia nutricional es una de las medidas regulatorias más costo-efectivas para contribuir al tratamiento y la disminución del sobrepeso y la obesidad. Es claro y de fácil comprensión, y permite a los consumidores realizar una mejor selección de los productos alimenticios en el punto de venta.
Varios países de América Latina han implementado el etiquetado de advertencia nutricional para los envases de alimentos y bebidas. El cual está enfocado en el contenido de azúcar, grasa y sodio de varios productos alimenticios para ayudar a los consumidores a identificar productos no saludables.
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El impacto del etiquetado de advertencia en América Latina
De acuerdo con un informe de Innova Market Insights, las tendencias de consumo muestran que más de cuatro de cada cinco consumidores en América Latina se ven al menos algo influenciados por el etiquetado de advertencia en alimentos y bebidas.
Mientras que más de la mitad de los consumidores afirman que las etiquetas de advertencia les ayudarían a seguir una dieta saludable y más de un tercio las utilizarían para bajar de peso.
En algunos países, los consumidores afirman que el etiquetado de advertencia los llevó a comer más o menos de determinados alimentos, o a elegir un producto diferente. Las etiquetas de advertencia son especialmente esenciales cuando los consumidores compran alimentos y bebidas para niños.
Al mismo tiempo, los datos de Innova muestran que la mayoría de los consumidores latinoamericanos no confían plenamente en las regulaciones para garantizar que las afirmaciones se utilicen correctamente, un porcentaje superior al promedio mundial.
El interés de los consumidores por alimentos y bebidas saludables
En varios países de América Latina los consumidores están por encima del promedio mundial en cuanto al gusto, y el gusto es el factor que más impulsa las compras de alimentos y bebidas. Por lo tanto, si bien la salud es importante, los consumidores pueden ser reacios a comprometer el gusto.
Según los datos de la consultora, la mitad de los consumidores latinoamericanos afirma que los beneficios para la salud son lo que debería influir en el desarrollo de nuevos alimentos y bebidas. Un alto porcentaje también reconoce la importancia de los ingredientes naturales.
También los consumidores asocian el término "etiqueta limpia" con alimentos y bebidas naturales y saludables, y las tendencias de consumo muestran que los consumidores latinoamericanos están dispuestos a pagar más por productos que tienen una etiqueta limpia.
Así se ha desarrollado el etiquetado frontal en América Latina
El caso de Argentina
En Argentina, en 2021, se aprobaron el etiquetado de advertencia nutricional octagonal negras en los envases de alimentos y bebidas. El cual aparece sobre todo en productos de panadería, así como en carnes, pescados y huevos. Las principales etiquetas de advertencia son las de sodio y grasas.
A pesar de ello, las investigaciones sobre consumo muestran que los argentinos no confían demasiado en el etiquetado reglamentario y no creen que las etiquetas reflejen alimentos y bebidas saludables.
¿Qué pasa en Chile?
El etiquetado de advertencia en alimentos y bebidas en Chile destaca en los productos de panadería y en la carne, el pescado y los huevos. El sodio y la grasa son las principales advertencias. Las categorías dulces como la confitería, los postres, los helados y la panadería suelen tener advertencias sobre calorías, azúcar y grasas saturadas.
Las advertencias de sodio prevalecen en la carne, el pescado y los huevos, y en las salsas y condimentos. Según las tendencias de consumo chilenas, la mitad de las compras de alimentos y bebidas chilenas están afectadas por el azúcar y las grasas saturadas.
El etiquetado en Brasil
Las normas relacionadas con el etiquetado frontal para alimentos y bebidas en Brasil se aplicaron desde 2023, y las etiquetas de advertencia sobre azúcar y grasas saturadas son más comunes en los productos de confitería.
Innova señala que las tendencias de consumo muestran que tres cuartas partes de los brasileños confían en que las etiquetas de los paquetes regulados son precisas para identificar alimentos y bebidas saludables. Las advertencias sobre grasas saturadas son las que más influyen en las compras de los consumidores brasileños.
Colombia y el etiquetado octagonal
El año pasado Colombia cambió las etiquetas de advertencia nutricional de forma circular a octagonal. Casi tres cuartas partes de los productos de confitería y una cuarta parte de los productos de panadería tienen una etiqueta de advertencia nutricional.
Las advertencias sobre el azúcar se encuentran en categorías dulces como confitería, postres y helados. Las advertencias sobre grasas saturadas aparecen con mayor frecuencia en los lanzamientos de snacks y sobre el sodio en los productos cárnicos.
La normativa en México
El etiquetado de advertencia nutricional de alimentos y bebidas en México incluyen azúcar, calorías, edulcorantes y cafeína. Más de la mitad de los lanzamientos de alimentos y bebidas mexicanos tienen una etiqueta de advertencia nutricional, la mayor cantidad en América Latina.
De acuerdo con Innova, las tendencias de consumo mexicano muestran que los consumidores se ven más influenciados por el etiquetado de advertencia de azúcar y calorías. Las advertencias nutricionales de calorías y azúcar aparecen con mayor frecuencia en los cereales y los dulces, mientras que los bocadillos a menudo llevan advertencias de sodio.
En Perú, el etiquetado ofrece una orientación adicional
Los alimentos y bebidas que llevan una etiqueta de advertencia nutricional octagonal también deben llevar la leyenda “evitar el consumo excesivo” o “evitar
el consumo”.
Casi la mitad de los lanzamientos de alimentos y bebidas en Perú tienen una etiqueta de advertencia; las advertencias sobre grasas y azúcares son las más comunes. Casi 8 de cada 10 lanzamientos de productos de confitería tienen una etiqueta de advertencia sobre azúcares y la mitad tiene una etiqueta de advertencia sobre grasas saturadas.
Finalmente, el etiquetado de advertencia también se puede ver en los lanzamientos de panadería, carne, pescado y huevos para el sodio, y lácteos para las grasas saturadas.
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