Las certificaciones Kosher y Halal son dos nuevas palabras o formas de alimentación que pueden abrir mercados alrededor del mundo y es que empresas multinacionales como Bimbo, Sabritas, Alpura, Nestlé, Grupo Modelo se han certificado en una o en ambas opciones.
Sin embargo, este beneficio no es exclusivo de estas empresas. Los beneficios de estas certificaciones también están al alcance de las pequeñas y medianas empresas que están involucradas en la industria alimentaria.
Para poder entender el por qué la certificación kosher o Halal puede significar un nuevo mercado y nuevas oportunidades de negocio para la industria alimentaria en México, es necesario primero conocer de qué se tratan estas tendencias en alimentación.
Inocuidad para los judíos: certificación Kosher
La palabra kosher significa “puro” o “adecuado”, y describe, precisamente, a todos aquellos alimentos que se consideran “apropiados” para consumirse de acuerdo con lo establecido en la Torá (libro de la ley de los judíos). Esta certificación garantiza a los consumidores que la elaboración de los productos e ingredientes que contienen cumple con las propiedades que marca la religión judía.
“La población interesada en consumir productos kosher en nuestro continente podría alcanzar los 60 millones de personas. Además de que es de gran ayuda para exportar a Estados Unidos, donde se encuentran 25 millones de consumidores interesados en comprar estos productos”, explicó David Michán, director general del departamento kosher de la Comunidad Maguén David (KMD).
Es importante recalcar que para que una empresa pueda obtener dicha certificación deberá cumplir con ciertos requisitos y de acuerdo con Michán una pyme puede pagar desde 35 mil pesos por obtener su distintivo, pero que éste debe renovarse cada año.
Ética y salud, las principales características de la certificación Halal
La certificación Halal garantiza que todo lo relacionado con la elaboración del segmento de alimentos y bebidas cumpla con las prácticas permitidas por la Sharía o Ley Islámica, y por lo tanto es lícito, ético, saludable y no abusivo.
Esta certificación también tiene un costo que oscila entre los 1,200 y 2 mil dólares, su renovación también es anual y de acuerdo con Fitra Ismu, director general de Halal Quality México, para obtener esta certificación no se tendrán que realizar grandes cambios en la cadena de producción; si a esto se añaden los requisitos de no usar alcohol o carne de cerdo, la transición será aún más fácil.
Y aunque el islam parezca algo lejano, parece ser un mercado muy a fin no solo con el mexicano sino con otros 52 países que cuentan con regulaciones halal en el mundo. Por lo que cuando surge alguna complicación con el vecino del norte, Estados Unidos, la mira está puesta en las negociaciones por un tratado comercial más ambicioso con medio oriente.
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