El sector lácteo en México es uno de los ámbitos económicos más dinámicos e importantes del país. En 2021, la producción de lácteos aportó el 9% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, por lo que se posiciona como la cuarta actividad productiva de la industria de alimentos en México.

Pese a que los lácteos se mantienen entre los productos predilectos de la gastronomía mexicana, quienes son industriales, productores y distribuidores se han enfrentado a un 2022 lleno de retos debido a factores como:

La inflación
Problemas de la cadena de suministro
La renovación de regulaciones
Normativas para este segmento de mercado

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Situación actual de la industria láctea

La producción de lácteos en México es relativamente volátil. Es un sector bastante complejo, porque en él participan diversos actores: están las empresas privadas, el gobierno a través del subsidio de Liconsa y los pequeños productores que son miles en todo el país”, explica Iván Franco, Fundador de Triplethree International, en entrevista exclusiva para The Food Tech.

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Este complejo esquema de producción, destaca el experto, provoca que México tenga que importar una gran cantidad de leche en polvo”.

Tan sólo en el primer trimestre de 2022, el país gastó un total de 269.1 millones de dólares en importaciones de leche descremada en polvo, lo que representa un alza interanual del 33.6%, según cifras del Departamento de Comercio de Estados Unidos.

Franco recordó que esta leche en polvo viene muchas veces de mercados en donde es subsidiada a precios más bajos, lo que genera una competencia relativamente desleal para los pequeños productores nacionales.

La firma del T-MEC también ha favorecido a los productores norteamericanos ya que todas las importaciones de productos lácteos estadounidenses seguirán libres de aranceles.

A este escenario se suman los efectos de la inflación, un fenómeno que está golpeando a todo el mundo en diversos sectores. El precio de la leche ha experimentado incrementos de una forma nunca antes vista.

Esto ha provocado una caída en la elaboración de lácteos en todo el país, ya que el precio de la producción también se elevó”, comenta el fundador de Triplethree International.

2023 será un año de aún más retos para el sector lácteo en México; todo esto, sin importar que se trate de una de las actividades productivas más rentables.

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La importancia del T-MEC

El 30 de noviembre de 2018, en el marco de la Cumbre de Líderes del G20, celebrado en Argentina, se firmó el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

La actualización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) requiere que los tres países ofrezcan mayor transparencia en sus mercados de productos lácteos, específicamente el consumo total de productos lácteos por categoría, los precios de los lácteos y los ingresos.

El resultado ha sido la revisión de cinco normas lácteas mexicanas y la futura creación de una nueva NOM. Para los actores del sector lácteo, esto se traduce en una necesidad conocer las disposiciones y modificaciones actuales de la regulación mexicana en este segmento de mercado.

Nuevas tendencias de consumo y nuevas regulaciones

En México y en todo el mundo, el cambio en los hábitos de consumo ha impulsado el crecimiento del segmento de lácteos con ingredientes más naturales y sostenibles.

De acuerdo con el reporte 10 tendencias para la industria alimentaria en 2021 de Innova Market Insights, la trazabilidad y los métodos de cultivo sostenibles también son cada vez más importantes.

Ante la coyuntura actual y el cambio climático, el sector lácteo se enfrenta a la necesidad de:

Integrar las cadenas productivas regionales
Evitar daños ambientales
Elaborar nuevos productos que ofrezcan valor agregado y seguridad al consumidor
Cumplir con las normativas de seguridad y calidad nacionales e internacionales

En los modelos de producción tecnificado intensivos de empresas grandes existe poco campo para los errores en los procesos. Es en los primeros eslabones de la cadena de valor, con los pequeños productores, modelos familiares e incluso de autoconsumo, en donde se debe prestar especial atención”.

En ese sentido, explica Franco, para asegurar los estándares de seguridad y calidad “se debe cumplir con toda la normatividad, todas las normas oficiales en producción de productos lácteos, el contenido de grasa, entre otras. Hay un esquema normativo muy importante en México que tienen que seguir todas las empresas”.

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Perspectivas de la industria láctea en 2023

Si bien, el sector lácteo se ha mostrado resiliente ante los importantes cambios en los hábitos de consumo y tendencias provocados por el Covid-19, el 2023 será un año de importantes retos ante el complejo panorama global que se agrava por la inflación y el encarecimiento de las materias primas.

Para el próximo año experimentaremos los estragos de la inflación de este año y daños en materia de consumo. Esperamos productos de leche más caros en puntos de venta y vamos a ver si se registra una caída ligera en el consumo”, cometa Franco.

Iván Franco considera que estos aumentos podrían ser leves y temporales, pero esto depende de los precios de garantía. “Tenemos que ver si van a subir el precio de garantía que pagan a los productores, debido a que se han incrementado todos los precios en la cadena de producción.

Veremos si el gobierno sube su precio de garantía para que más productores pequeños se animen a continuar con su producción”.

El sector lácteo no escapa a la inflación, los siguientes meses serán decisivos para el desarrollo de esta industria.

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