En los más de cuatro meses que lleva el confinamiento debido a la crisis del Covid-19, el distanciamiento social, las compras por el miedo al desabastecimiento, la escasez de personal y la saturación de las cadenas de suministro han puesto bajo presión a los fabricantes y distribuidores de gran consumo.
Este cambio en el consumo de la población supone un cambio radical en la industria, lo que conlleva una serie de nuevos retos a enfrentar debido a las nuevas necesidades que surgen en esta pandemia.
Debido a esto es probable que las personas consuman fuera del hogar en menor medida por razones de salud y económicas y por otra parte impulsadas por un mayor peso del teletrabajo (otra de las grandes enseñanzas de esta crisis), lo que lleva a un cambio completo en la planificación del menú y el gasto del consumidor a futuro.
Es por eso que IRI, la empresa española dedicada a la medición de Big Data propone seis pilares fundamentales en el consumo en la “nueva normalidad”.
Marcas que aporten mayor valor
Existe una sensación de inseguridad acerca del futuro económico, con consumidores cada vez más sensibles al precio y que se fijan en las promociones y el valor de los productos en todos los retailers. En este sentido, hay tres consideraciones importantes:
• Los compradores están reconsiderando qué y dónde comprar: Los consumidores han pasado de comprar en varios retailers a comprar todos sus productos en una visita a una única tienda.
• La agilidad es clave para ganar: Los vendedores que tengan una mejor comunicación con sus compradores serán los ganadores.
• La necesidad de reevaluar la propuesta de valor: Los hogares están reconsiderando sus circunstancias e identificando los cambios necesarios en sus estilos de vida.
Innovación en los productos y servicios
Debido a la pandemia, la innovación en productos se ha visto estancada ya que los productor han priorizado el tener un abasto suficiente en los retaileres. Se prevé que a mediano plazo que la tasa de innovación volverá a los niveles anteriores del Covid-19, ya que retailers y fabricantes buscan mantener la cuota del gasto a través de la diferenciación.
Nuevas necesidas han surgido en esta emergencia sanitaria, es por esto que los consmidores buscan productos que les puedan brindar inmunidad, productos que les puedan ofrecer oportunidades en el área de la salud y el bienestar.
La trasformación del surtido y del espacio
Los cambios en el consumo podrían contribuir a reducir el espacio de productos de impulso a favor de productos que satisfagan las necesidades primarias de las personas o por productos de cuidado de la salud. Sin embargo, es poco probable que cambie el espacio promocional.
Los cambios en los canales de compras
Uno de los cambios más notables en el comportamiento se ha dado en los patrones de compra, con consumidores que ya no visitan dos o tres tiendas sino que compran todo en una.
La demanda de productos de alimentación vía e-commerce ha crecido exponencialmente en comparación con años anteriores, ya que los consumidores buscan pasar menor tiempo fuera de casa. Los distribuidores han respondido a la demanda y han aumentado sus capacidades del Home Delivery y Click & Collect.
Se ha visto cambio en tres áreas principales:
• Tiendas de conveniencia como principales destinos de compras.
• Necesidad de entregas a domicilio.
• Nuevos proveedores, con más opciones para la entrega a domicilio.
Comunicación con los consumidores
El objetivo de los retailers deberá centrarse en apoyar a los clientes e invertir en nuevos compradores para construir la fidelidad. Al poner primero las necesidades del cliente, las marcas pueden destacar por encima de la competencia. El análisis de datos les permite tomar medidas proactivas para comprender el comportamiento cambiante del comprador y comunicarse de manera auténtica en el momento adecuado para ellos.
Hacer una segmentación para presentar a los compradores ofertas asequibles y que satisfagan sus necesidades en el momento adecuado será clave.
Cadena de suministro a prueba de emergencias
En la próxima normalidad, será necesaria una cadena de suministro resistente para cumplir con las expectativas de los retailers y responder rápidamente a los cambios en las necesidades de los consumidores.
Los retailers deberán contar con una cadena de suministro de confianza para mantener la disponibilidad del producto, como pasar de redes de distribución nacionales a redes más localizadas para tener una mayor agilidad y velocidad en toda la cadena.