El comercio electrónico se ha posicionado como uno de los canales más usados por los compradores después de la pandemia debido a la comodidad que representa y por la rapidez de sus entregas, por ello, los expertos en ciberseguridad recomiendan conocer las distintas amenazas que existen al comprar online, y cómo protegerse.
Es esencial que se involucre a todas las partes interesadas, incluidos empleados, clientes, proveedores y reguladores. Durante este proceso, se debe identificar los activos de información clave, valorar la importancia para las empresas y evaluar la probabilidad y el impacto de una amenaza potencial.
Al momento de realizar compras en línea, expertos recomiendan no introducir datos sensibles como direcciones, datos bancarios o identificaciones oficiales en sitios de dudosa procedencia, ya que los atacantes, mediante la suplantación de sitios son capaces de robar esta información y convertir a los compradores en víctimas de algún fraude.
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Las amenazas para el comercio electrónico
Con la creciente digitalización de los mercados y las industrias, los ataques cibernéticos también aumentaron y, de acuerdo con la consultora Deloitte, este crimen crece a un ritmo anual de entre 400% y 500%. Sin embargo, este avance no solo se debe a la alta digitalización, sino también las sofisticadas herramientas que utilizan los agresores.
Para evitar este tipo de ataques, es necesario capacitar a todos los integrantes de las compañías para que cada trabajador entienda la importancia de su rol a la hora de proteger a la empresa de un ciberataque. Además de esto, es necesario contar con la solución tecnológica apropiada para salvaguardar los sistemas de las industrias.
De acuerdo con los expertos, estas serían las principales amenazas para el comercio electrónico en el futuro próximo:
- Enlaces sospechosos: Una de las estrategias más comunes es la introducción de malware a través de links o archivos adjuntos incluidos en correos electrónicos con ofertas. En la descripción del correo se debe visualizar la dirección que, aunque generalmente está oculta, es la que revela si en verdad está escribiendo la empresa o alguien que desea suplantar su identidad.
- Tipografía incorrecta: Direcciones de correo electrónico y URL falsas muy similares a las de empresas auténticas, es otra de las estrategias pensadas por hackers. Ante esto se deben realizar las compras en comercios adheridos al sitio oficial y desde el mismo, verificar que la dirección inicie con “https”, no solo con “http”, la “s” adicional significa “seguro” y comprobar que la barra tenga el icono de candado.
- Productos inexistentes: Los ciberdelincuentes aprovechan las redes sociales como tienda virtual e incluso plataforma de pago que resultan en productos inexistentes y e-commerce fraudulentos. En este sentido se debe realizar una búsqueda en línea del producto, verificar el historial, antigüedad y referencias de la tienda como comentarios, reseñas, etiquetas y demás acciones.
- Proporcionar más información: No se debe brindar más información de lo común que ponga en riesgo datos personales. Al momento de recibir envíos solo se tiene que proporcionar dirección y datos de quien recibe, se debe evitar a toda costa facilitar información muy específica que después pueda ser utilizada con fines maliciosos.
- Tener distintos métodos de pago: Aquellos que exigen únicamente transferencia bancaria, y evitan facilitar más métodos de pago para garantizar ofertas, son comúnmente estafadores. En todos los casos contar con un software de protección integral que logre evitar el acceso del navegador a sitios web sospechosos y también advierta de dichos sitios en los resultados de búsqueda es fundamental.
Es importante tomar medidas preventivas como la encriptación de datos, el respaldo de información, certificados digitales, disponibilidad de los servidores y la optimización de costos para garantizar la seguridad de la información y la experiencia de los usuarios.
Algunas estrategias para evitar amenazas
Para evitar las amenazas en el e-commerce se deberán implementar medidas de seguridad adecuadas como la encriptación de datos, el uso de contraseñas robustas, la firma digital y los certificados de autenticidad, los cortafuegos y la criptografía.
Además, es importante estar alerta ante los posibles hackers y estar al tanto de los protocolos de seguridad como SET (Secure Electronic Transactions). También es necesario monitorear y detectar amenazas en tiempo real para asegurar la seguridad de los datos y de la información.
Para que pueda existir la cultura de la seguridad cibernética, las industrias tendrán que entender que este tema no solo corresponde a sus áreas técnicas o tecnológicas, sino que es un asunto que le compete atender al negocio, por lo que deberán implementar, además de sistemas de seguridad más robustos, campañas para que sus empleados no sea víctimas de la ciberdelincuencia.
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