El mundo digital ha ganado un lugar protagónico con la crisis del
Covid-19. Durante la primera semana del confinamiento, las visitas a las redes sociales en España crecieron un
55%, de acuerdo con la agencia de comunicación
MARCO. Marcas e instituciones del sector se han apoyado en ellas para acercarse al consumidor.
“Nos reinventamos. Nos olvidamos de grandes eventos, como los festivales de música, el Sonorama Ribera. Nos hemos convertido en un altavoz de nuestras bodegas a través de las redes sociales con vídeos y acciones creativas”, comenta Rebeca Ruano, directora de comunicación y eventos del consejo regulador de la DO Ribera del Duero.
El
entorno digital también ha traído un auge en el
delivery y el comercio electrónico como consecuencia del
crecimiento del consumo en el hogar.
De acuerdo con Fernando García, responsable de marketing de Julián Martín, para que el e-commerce funcione son necesarios tres factores:
• Contar con una marca potente para los consumidores.
• La atención al cliente.
• Garantía de cambio del producto en caso de que no sea lo que el cliente espera.
La reinvención de la relación consumidores-marcas
Este impacto global implica reinventar también la propia relación marca-cliente, donde la confianza se ha convertido en un elemento de vital importancia para reforzar. Y es que el consumidor, especialmente en épocas de crisis como la actual, espera una propuesta de valor por parte de las marcas. Los clientes esperan que las marcas vayan más allá de sus acciones tradicionales o de su actividad diaria y aporten algo distinto.
La confianza en las marcas líderes y en los productos locales ha aumentado significativamente en estas últimas semanas. Las compañías deben trabajar por mantener esa confianza. Para ello, deben ser coherentes, asumir su responsabilidad con la sociedad y, sobre todo, creer firmemente en lo que hacen y lo que comunican.