Los últimos avances en la tecnología de robótica y la miniaturización de los componentes electrónicos y procesadores que ofrece la industria 4.0, que han beneficiado a industrias como las de la informática y las telecomunicaciones, permiten el nacimiento de una nueva era en la automatización industrial: la de los robots colaborativos o cobots.
Los cobots están diseñados especialmente para interactuar con humanos en un espacio de trabajo compartido sin necesidad de instalar vallas de seguridad. Su reducido tamaño, su flexibilidad y su precio asequible los diferencian de los robots industriales tradicionales y los hacen idóneos para la automatización de procesos que, en muchos casos, era impensable hasta ahora.
Tanto para el escaneando de códigos de barras como para el empaquetado de productos delicados, como es el caso de los huevos, o la pulverización de agua en hornos de pan o el envasado de alimentos en cajas de cartón, los cobots están a la vanguardia de la transformación de la industria alimentaria actualmente, la era de la industria 4.0.
En la expo virtual de robótica colaborativa, WeAreCobots, organizada por Universal Robots, destacó que los robots colaborativos se convierten en la tercera mano de ayuda en la producción, que se hace cargo de tareas repetitivas o físicamente exigentes y proporciona al personal de la planta el tiempo y el espacio necesario para realizar tareas de mayor valor dentro del proceso productivo.
¿Qué pueden aportar los robots colaborativos?
La gran versatilidad de los robots colaborativos hace que sean una herramienta indispensable tanto en el sector alimentario como en el agrícola. ¿Qué ventajas concretas pueden aportar?
- Asumir el trabajo más duro y peligroso. Los brazos robóticos pueden liberar a sus trabajadores de las tareas más duras, tediosa y peligrosas. En entornos de producción de alimentos con temperaturas extremas ya sean de frío o de calor. En tareas que implican repetición de movimientos, evitando así las lesiones por esfuerzo repetitivo.
- Mejorar la uniformidad de los procesos. Los cobots son unos trabajadores tenaces e incansables que son capaces de mejorar la uniformidad de los procesos de producción, así como reducir el desperdicio de materias primas, uno de los objetivos más buscados en este tipo de industria.
- Conseguir un rendimiento constante. Aún en las campañas de máxima producción, los robots colaborativos están preparados para ofrecer un rendimiento constante en la cadena alimentaria. De esta forma pueden funcionar 24 horas al día, y asignarse y reprogramarse de forma sencilla para diferentes tareas y aplicaciones tantas veces como sea necesario.
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Aplicaciones de los cobots en la alimentación
La carcasa exterior de los robots colaborativos para el sector de la alimentación ha sido diseñada expresamente para reducir el riesgo de acumulación de polvo y suciedad. Por ello pueden realizar numerosas aplicaciones como:
- Pick & Place. La recogida y colocación del producto una y otra vez a gran velocidad es una de las tareas de automatización que los brazos robóticos pueden realizar de forma autónoma en la industria agroalimentaria. Su grado de repetibilidad de +/- 0.03 milimetros es perfecto para procesos de gran precisión, a lo que hay que añadir la reducción del desperdicio de materias primas.
- Empaquetado y paletizado. Esta es sin duda una de las tareas más pesadas para los trabajadores de las fábricas alimentarias. Con los brazos robóticos, la automatización le ayudará a hacer frente a los crecientes costos de empaquetado de nuevos productos y a los ciclos de vida cada vez más cortos de los mismos.
- Control de calidad. Los cobots podrán seguir procesos exactos y volúmenes de trabajo predefinidos de forma uniforme y constante, lo que le permitirá mantener elevados niveles de calidad en su producción. Además, si cuentan con cámara de visión podrán identificar de forma objetiva los productos defectuosos antes de su empaquetado.
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