Un número cada vez mayor de bebidas se envasan en latas en todo el mundo, y la diversidad de productos experimenta un aumento similar. Precisamente por esta razón, los conserveros exigen una flexibilidad y un diseño higiénico de sus máquinas especialmente exigentes.
Empresas como KHS y Ferrum asumen un papel pionero en este campo. Sus sistemas técnicos, perfectamente armonizados entre sí gracias a muchos años de colaboración, permiten a los productores de bebidas comercializar productos de alta calidad e higiene impecables.
Hay máquinas que convencen por su llenado flexible y de sabor neutro, entre otras características. Esto se complementa con los sistemas de cierre a juego que, gracias a su diseño abierto, son especialmente fáciles de limpiar. Combinadas, ambas máquinas hacen un proceso de llenado muy eficiente.
Lata: el envase por excelencia
La demanda mundial de bebidas de moda como el agua carbonatada, las bebidas energéticas y la cerveza artesanal no ha disminuido. Aquí, la lata suele ser el envase elegido, señalan los especialistas.
Este tipo de envase se está favoreciendo cada vez más para bebidas establecidas como gaseosas, agua y bebidas mezcladas con cerveza. Lo cual está impulsando a un buen número de operaciones de llenado de bebidas a aumentar su gama en el segmento de latas y llenar más y más productos diferentes en la misma línea.
Esto significa que se exigen más flexibilidad e higiene a la máquina. Cuanto mayor sea la variedad de productos en una línea, mayor será el riesgo de contaminación y transferencia de sabor.
Existen máquinas llenadoras para el segmento de las latas que han demostrado su eficacia en el mercado durante mucho tiempo. Están diseñadas para cantidades de llenado pequeñas a medianas. Gracias a una nueva incorporación a la serie que aumenta la capacidad hasta 60 mil latas por hora. También es extremadamente flexible, lo que permite procesar varios productos y formatos diferentes en una sola línea.
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