La impresión 3D es una técnica aditiva que funciona a través de la unión de materiales, en general en capas, para crear un objeto a partir de datos de un modelo 3D. Se considera más económico y rápido imprimir en 3D un modelo de empaque que emplear una de las tecnologías sustractivas más tradicionales.
Existen varias tecnologías de impresión en 3D para el diseño de empaques, como la impresión 3D por inyección de tinta, la estereolitografía (SLA, por sus siglas en inglés), sinterizado láser selectivo (SLS) y modelado fusionado por deposición (FDM, por sus siglas en inglés).
La impresión en 3D se utiliza en el desarrollo de prototipos rápidos, porque ofrece una ruta rápida para crear; dependiendo de la tecnología, la disponibilidad del sistema y otros factores, puede tomar un par de horas contar con un prototipo.
Impresión 3D en la cadena de valor del empaque
La tecnología de impresión en 3D facilita la producción a nivel local, reestructurando las cadenas de suministro actuales e introduciendo la producción a escala y a demanda de un modo que beneficia a la sociedad.
En el caso del prototipado en 3D, los modelos se imprimen en el momento sin un impacto adicional. También permite el ahorro de materiales, ya que no se tiene que imprimir el diseño una y otra vez para probar hasta llegar a la versión final, lo que representa un ahorro de tiempo y esfuerzos importantes para las compañías.
Se puede decir que el mejor atractivo de las máquinas de impresión 3D en términos de rendimiento y sostenibilidad es que las puedes usar para imprimir sus propios repuestos, permitiéndole alargar su vida útil.
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Equipos de fabricación aditiva para empaques
La aparición de la tecnología 3D Printing ha hecho posible obtener de manera rápida y económica modelos completamente funcionales mediante el uso de impresoras 3D ubicadas en los propios estudios de diseño, o en imprentas digitales 3D.
El implementar un sistema de impresión 3D constituye siempre el resultado de una ecuación con múltiples variables tangibles e intangibles en términos de confidencialidad, ahorro de costes, ahorro de tiempo y competitividad.
Ninguna opción es exclusiva, si bien la amplitud de miras resulta imprescindible en los tiempos que corren. El diseño de un envase puede llegar a despertar grandes emociones positivas en el comprador-
Aunque también puede llegar a generarle indiferencia e incluso rechazo si no se trabaja con un criterio experto sacando el máximo partido a las nuevas tecnologías, y especialmente al 3D Printing. Los estudios de Packaging & Branding pueden optar entre ignorar esta novedosa tecnología, o asumirla para sacarle el máximo partido.
Ventajas de los envases impresos en 3D
Un estudio de la Universidad Tecnológica de Michigan reveló que se utiliza entre un 41 y un 64% menos de energía para imprimir un envase en 3D que si se fabrica en el extranjero.
Además, una pequeña reducción en la cantidad de material de embalaje utilizado puede suponer un importante ahorro de costes para las empresas. Con la impresión 3D, se puede reducir el plástico requerido en los diseños de los envases sin interferir en la calidad del producto.
También de las ventajas medioambientales de los envases impresos en 3D, la libertad de diseño y la escalabilidad ofrecen a las empresas la posibilidad de crear prototipos antes de comprometerse con ciertos materiales. Finalmente, esta tecnología también permite ofrecer envases personalizados a los clientes, ya sea eligiendo entre una serie de opciones o un diseño totalmente personalizado.
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