Las etiquetas RFID son la forma sencilla de identificar un producto u objeto para que pueda ser detectable de forma inalámbrica, y para garantizar su trazabilidad. Tienen incorporado un chip al que se añade la información que se estime necesaria en cada caso. Se imprimen y graban con impresoras específicamente diseñadas para ello.
Las empresas alimentarias pioneras en innovación están utilizando etiquetas RFID (identificación por radiofrecuencia) para resaltar sus cadenas de suministro, haciéndolas más transparentes.
El Blockchain es un sistema de datos para almacenar información de forma segura, por ello tiene un enorme potencial para las empresas que buscan aumentar sus esfuerzos de transparencia. Un enfoque que en última instancia significa que los consumidores finales pueden vincularse más estrechamente con las personas que producen los productos y materias primas.
Etiquetas RFID en la industria alimentaria
Los nuevos hábitos de consumo han mostrado sus expectativas en cuanto a la transparencia de las empresas a la hora de ofrecer sus productos en góndolas. Esto sobrepasa preocupaciones ligadas a la sustentabilidad, abarcando temáticas relacionadas a la salud, higiene y seguridad.
La expectativa del consumidor está ahora direccionada a obtener información sobre cómo exactamente el producto llega al supermercado y cuál es su origen, cuestiones que, hasta entonces le eran imposibles de visualizar.
Una de las preocupaciones esenciales de la industria alimentaria es la seguridad sanitaria de los productos. La tecnología RFID ofrece un gran número de ventajas para garantizar la trazabilidad de los alimentos en cualquier etapa del proceso de producción
Las soluciones tecnológicas como RFID y QR Code permiten a las empresas ofrecer a los consumidores un nivel de confianza nunca antes visto. Con la introducción de identidades digitales, seguimiento ampliado, y el uso de materiales sustentables entre otras soluciones, la nueva transparencia ofrece a los consumidores los más altos estándares de visibilidad, seguridad, educación y autenticidad posibles, al tiempo que brinda a las empresas un control total sobre sus redes.
Transparencia, una demanda del consumidor
La nueva transparencia no es solo una tendencia de la expectativa del consumidor, sino que es una poderosa herramienta para que las empresas optimicen sus cadenas de suministro y aporten mayor eficiencia a sus procesos.
Interna y externamente, los beneficios que se obtienen de estas innovaciones, son una inversión fundamental para las empresas, tanto en espacios B2B como B2C.
Además de estos beneficios, la tecnología RFID también contribuye a mejorar la eficiencia y aumentar la visibilidad en toda la cadena de producción.
Su uso permite una gestión precisa de stock, con un mejor control de calidad y validez del producto, evitando la escasez de artículos y reduciendo el tiempo de inventario de las empresas.
Además, optimiza la distribución y posibilita el seguimiento de las entregas en tiempo real, así como la planificación de rutas, con seguimiento logístico de punta a punta.
Tipos de etiquetas
- Pasivas. Son el tipo de etiqueta más común, y se les denomina “pasivas” porque no tienen batería propia. Son etiquetas de corto alcance (señal perceptible desde 0-15 metros de distancia). Ofrecen ventajas muy interesantes, como la posibilidad de ser fabricadas a tamaño extremadamente reducido, o tener un precio más competitivo.
- Activas. Cuentan con una fuente de alimentación propia, lo que les permite ampliar y emitir su señal a más larga distancia.
- Semipasivas. Es el lector RFID el que emite una señal cuando quiere comunicarse. La característica que las hace diferentes es la pequeña batería que llevan incorporada para alimentar el chip y así almacenar información y responder de forma más rápida y segura.
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