Envase, etiquetas y pegamento son los tres factores determinantes que, junto con la máquina de etiquetado, otorgan a un producto la apariencia adecuada. La compatibilidad entre ellos es un requisito imprescindible para la calidad del producto final.
En este punto deben colaborar todas las redes de proveedores implicadas: los productores de pegamento al igual que las empresas de impresión de etiquetas y los fabricantes del papel de impresión, las fábricas de vidrio y latas, los fabricantes de máquinas de soplado para botellas PET, así como los mismos desarrolladores de maquinaria de etiquetado.
Uno de los temas más importantes que ya interesa y seguirá haciéndolo en el futuro a la industria de llenado es la flexibilidad de las instalaciones.
La flexibilidad implica exigencias como el cambio de lotes pulsando un botón y la posibilidad de adaptación a los diferentes productos de llenado, formatos y materiales de botellas utilizando el menor número posible de piezas de reequipamiento.
También debe ser posible trabajar eficientemente con lotes más pequeños que necesitan cambiar de producto más frecuentemente. La disposición estructural de las máquinas de etiquetado debería permitir, por ejemplo, cambiar entre envases de diámetros diferentes sin tener que reemplazar los componentes del sistema transportador de envases.
Poder trabajar de forma flexible con diferentes formas de envases y diversos equipamientos utilizando una única máquina de etiquetado es la situación óptima en muchas empresas con un amplio abanico de productos ofertados. Es aquí donde las máquinas de etiquetado con estructura modular demuestran su valía, pues son máquinas a las que se puede acoplar o retirar fácil y rápidamente, con la intervención de tan sólo un operario en una máquina básica, diferentes módulos como, por ejemplo, de cola húmeda, de cola termofusible, de etiquetas autoadhesivas o bien módulos para el etiquetado envolvente.
El objetivo es una presentación óptima del producto
Muchos son los procesos posibles de etiquetado que se ofrecen a los usuarios y todos ellos tienen un objetivo: la presentación óptima del producto en el duro entorno de mercado y con un bajo coste por unidad. El etiquetado con cola húmeda es el método clásico de etiquetado, el cual, en un margen de alto rendimiento, permite procesar hasta 70.000 bot./h. Para esta aplicación se utilizan principalmente etiquetas de papel.
El etiquetado con cola termofusible y etiquetas cortadas es asimismo un clásico del etiquetado con etiquetas de papel y de láminas resistentes al desgarro. Otra posibilidad es el etiquetado autoadhesivo. Las máquinas con mesa giratoria o en línea totalmente automáticas proveen a los envases de vidrio o de plástico de film retráctil o estirable. Este tipo de máquinas pueden adaptarse tanto previa como posteriormente al llenado, o bien directamente durante la fabricación del envase. Las etiquetas estirables proporcionan una presentación comparable a la de los envases preimpresos, pero resultan mucho más económicas.
Por regla general, los últimos avances se van alejando del clásico etiquetado con cola húmeda y se inclinan por el proceso de etiquetado envolvente, con etiquetas autoadhesivas o con etiquetas estirables que, como acabamos de describir, acarrean toda una serie de ventajas.
Máquinas de elevado rendimiento
Dado el incremento de rendimiento de las máquinas de extrusión-soplado en las instalaciones de llenado para botellas PET, también se requiere que las máquinas de etiquetado para botellas PET aporten el mismo nivel de rendimiento. Al mismo tiempo, la disponibilidad de las máquinas debe ser más elevada, con el fin de obtener un mejor rendimiento total y la consiguiente reducción de costes.
Otra tendencia es la “premiumización” de las bebidas en envases PET gracias a etiquetas autoadhesivas de gran calidad.
En el sector del agua mineral, al igual que en el de los zumos de fruta, se están asentando actualmente productos premium envasados en botellas PET. Éstas van provistas de etiquetas autoadhesivas exclusivas.
Pero la técnica del etiquetado autoadhesivo también adquiere una gran importancia para las botellas de vidrio. Hay productoras de cerveza chinas, pero también grandes cervecerías americanas e internacionales que están invirtiendo fuertemente, por ejemplo, en la tecnología de etiquetado autoadhesivo.
Con la apariencia de “no etiquetado”, estas productoras de cerveza aspiran al segmento de precios elevados y pretenden distanciarse del mercado de la cerveza de consumo habitual. Y, en el caso del vino, el cava y las bebidas espirituosas, el etiquetado autoadhesivo es sin duda la práctica más habitual.
Las máquinas modulares para etiquetas
La construcción modular, mediante la cual a una máquina principal se le pueden acoplar, según sea necesario, diferentes módulos de etiquetado como si fuesen módulos autónomos. Mientras tanto, la construcción modular ha logrado conquistar por completo el mercado e implantarse en las productoras de cerveza, en las empresas fabricantes de bebidas espirituosas, en las fuentes de agua mineral y en las plantas de llenado de refrescos.
Las máquinas modulares actuales con un abanico más amplio de posibilidades abrirán espacios para nuevas formas en el marketing del producto, que podrán utilizarse para incentivar la demanda. Las máquinas modulares de etiquetado se construyen siguiendo un modelo que permite llevar a cabo en una sola máquina el etiquetado con cola húmeda o termofusible y con etiquetas autoadhesivas.
De esa manera, estas máquinas satisfacen los requerimientos por parte de la industria de bebidas de una flexibilidad máxima en el procesamiento de los más diversos equipamientos de envases y de seguridad de futuro en la inversión acometida. Asimismo, la servotecnología ha seguido ganando importancia. Especialmente allí donde se requiere elevada calidad y productividad, la servotecnología se ha convertido en un estándar.
Etiquetas: plástico y papel
En el etiquetado con cola húmeda predomina, como es tradicional, la etiqueta de papel. Ello se debe a que el papel es reciclable y a que se utilizan materias primas renovables para su fabricación. Aunque ya hay en el mercado papel sintético, hasta ahora su uso no se ha extendido. Con la utilización de papel de estaño en lugar de etiquetas de papel se generan nuevos efectos.
Al mismo tiempo, la utilización del estaño sirve de protección higiénica de la cubierta como, por ejemplo, al equipar las latas de bebidas con una hoja de estaño. Pero lo que más aumenta es la demanda de etiquetas de plástico. Las etiquetas autoadhesivas y la apariencia de “no etiquetado” están penetrando en nuevos sectores de rendimiento y en nuevos segmentos de mercado.
El número de envases PET llenados en la industria de bebidas sigue creciendo en todo el mundo y las nuevas formas desarrolladas para botellas PET vienen a menudo consecuentemente dotadas de etiquetas retráctiles, todo ello con el fin de conseguir una entrada fuerte en el mercado.
PP y OPP: material de las etiquetas del futuro
Las láminas de PVC (policloruro de vinilo) se adecuan muy bien, debido a sus propiedades de procesamiento e impresión, para la fabricación de etiquetas. Sin embargo, no están exentas de problemas a la hora de su eliminación térmica. Las etiquetas de polietileno (PE) poseen excelentes características de impresión como material para las etiquetas estirables, si su superficie se ha tratado o recubierto previamente.
Las etiquetas PET son muy resistentes a la temperatura y presentan una forma estable. Las etiquetas de polipropileno (PP) exhiben una rigidez y transparencia mayores que las etiquetas de PE. Son especialmente apropiadas para las aplicaciones con “apariencia de no etiquetado”.
Es muy probable que el PP o bien el OPP (polipropileno orientado) se convierta en el material de las etiquetas del futuro. Presenta una densidad menor que el PET, gracias a lo que puede separarse muy fácilmente del material de la botella, es económico, está disponible en todo el mundo y, desde el punto de vista ecológico, es mejor que el PVC. El OPP ya es hoy en día el material por excelencia de las etiquetas para los envases PET.
Impresión directa de las etiquetas
El tema de la impresión directa de etiquetas en la máquina de etiquetado para lotes pequeños ya se está debatiendo. Las primeras aplicaciones deberían de aparecer dentro de poco. Los dispositivos para el registro de la fecha y el etiquetado ya son un requisito imprescindible para la trazabilidad legalmente estipulada de los productos.
Se trata tanto de la impresión directa de la fecha de envases como latas, botellas PET o barriles, como de la impresión de la fecha y el etiquetado en los envases individuales para la venta y en los palets, con el fin de que sea posible el seguimiento sin problemas de los productos. Dependiendo de la aplicación y de las necesidades, se están utilizando dispositivos de marcaje de fecha por láser o impresoras de chorro de tinta.
Envasado “inteligente” del futuro
El envasado inteligente del futuro desempeñará nuevas funciones importantes. Así, ya existen etiquetas de envasado que cambian de color cuando se sobrepasa la fecha de caducidad y, además, ya se han desarrollado los primeros envases capaces de advertir, con la ayuda de detectores, de la presencia de salmonella.
En la etiqueta figura el mensaje: “El producto ya no está fresco”. Y si el cliente (¡o el personal de venta al público!) no lo lee, hay cajas registradoras fabricadas a propósito que dan la alarma automáticamente. Un chip de plástico lo hace posible.
Este chip puede ser integrado en cualquier envase de alimentos y tiene la función de una fecha de caducidad electrónica. Su dispositivo electrónico mide el tiempo que pasa desde el envasado del alimento y tiene en cuenta al mismo tiempo la temperatura.
Tecnología RFID
Queda fuera de dudas que la tecnología RFID (identificación por radiofrecuencia) ganará una importancia decisiva en el futuro. El gran número de aplicaciones de la RFID se concentrará en el sector del etiquetado. No obstante, todavía es necesario convencer a menudo a los usuarios de las ventajas de las etiquetas inteligentes.
Las etiquetas en molde utilizadas llevan en su base una antena que está conectada eléctricamente a un chip de RFID. Además de las etiquetas en molde existen muchas otras posibilidades como, por ejemplo, colgantes o boletos.
Al fin y al cabo, en el etiquetado de envases de bebidas lo que más cuenta es la máxima disponibilidad de las máquinas y la más amplia flexibilidad en cuanto a posibilidades de equipamiento.