Los envases reutilizables tienen un mejor comportamiento ambiental que los de un solo uso en la logística de frutas y hortalizas en centro Europa, destaca el Pere Fullana, director de la Cátedra UNESCO de Ciclo de Vida y Cambio Climático.
En dicho artículo se describe cómo el Análisis de Ciclo de Vida (ACV) indica los impactos ambientales relativos a diferentes opciones de envase, lo que ofrece resultados favorables a la opción reutilizable en la mayoría de los casos.
El artículo reivindica el papel del ACV para analizar el impacto ambiental de determinados productos y procesos y, por tanto, para poder tomar decisiones en el ámbito empresarial e institucional que promuevan de forma efectiva la sostenibilidad de la actividad económica.
¿Qué es el ACV?
El ACV es una metodología que tiene como objetivo el estudio de los impactos ambientales asociados a un sistema (sea éste un producto, proceso, actividad, empresa, tecnología, etc) desde “la cuna hasta la tumba”. El estudio incluye el ciclo completo del producto, es decir, las etapas de extracción y procesado de materias primas; producción, transporte y distribución; uso, reutilización y mantenimiento; reciclado y disposición final.
El ACV estudia distintas categorías de impacto ambiental, como el potencial de calentamiento global o huella de carbono y el potencial de consumo de agua o huella hídrica; también se consideran otros indicadores, como la acidificación, eutrofización, toxicología, agotamiento de recursos, smog fotoquímico, etc. En definitiva, se mide el impacto ambiental en cada uno de estos ámbitos que se genera de la utilización de uno u otro producto o proceso.
Los envases reutilizables dan un mejor resultado ambiental
Un ejemplo de aplicación del ACV es un estudio llevado a cabo en 2009 por un consorcio internacional en el que participó la Cátedra UNESCO de Ciclo de Vida que dirige Pere Fullana. Se analizaron las distintas opciones (cajas de plástico reutilizables y de madera y cartón de un solo uso) para el transporte de frutas y hortalizas en centro Europa.
En general, las opciones de plástico reutilizable y de madera de un solo uso dieron un mejor comportamiento ambiental, con resultados similares (aunque en conjunto ligeramente favorables a la opción reutilizable) en calentamiento global, acidificación, uso de recursos abióticos y smog fotoquímico. Además, la opción de un envase reutilizable ofreció también mejores resultados en eutrofización.
“Como en infinidad de casos”, asegura Fullana, “la respuesta fue, depende. En este caso, depende fundamentalmente de la distancia a recorrer por el envase. Lógicamente no tiene sentido traer de vuelta una botella de cerveza producida en Barcelona y consumida en Nueva York”.
El beneficio (fuera el que fuese) conseguido con el rellenado respecto al reciclado se ve superado por el perjuicio derivado del transporte. Por tanto, habrá una distancia a partir de la cual la opción de rellenado ya no sea la más correcta.
Contribución a la sostenibilidad
En definitiva, en este artículo el doctor Fullana destaca que el ACV permite analizar el impacto ambiental de un determinado producto o proceso en un momento específico y para una acción concreta, por lo tanto dará preferencia a uno u otro producto o material indistintamente según el momento o lugar de utilización.
La Asociación de Operadores Logísticos de Envases Reutilizables Ecosostenibles (ARECO) nació en julio de 2010 con la misión de fomentar el empleo de los envases y elementos de transporte reutilizables para contribuir a la sostenibilidad económica y, en consecuencia, a la protección del medioambiente. Está integrada por las empresas IFCO SYSTEMS, Euro Pool System, Logifruit, CHEP y LPR, que representan el 90% de este mercado en España.