Actualmente existen artefactos inteligentes en nuestro domicilio, como es el caso de los envases interactivos. Cuando este sistema se lleva al mundo del packaging, el alcance es aún mucho mayor por lo que la cantidad de prestaciones que podría llegar a tener pueden ser innumerables.
Es por ello que será importante tener la trazabilidad completa de la información de cualquier producto, ya que esta información podría arrojar la clave para saber cuál su índice de reciclabilidad o su índice de rechazo. En esa misma línea, la customización juega un papel preponderante debido a que los consumidores necesitan y exigen tener productos a medida todo el tiempo.
La industria del packaging enfrenta grandes retos con los consumidores, estos requieren necesidades cada vez más urgentes, con necesidades cada vez más inmediatas y a su vez una cadena productiva que pueda satisfacer esas necesidades de acuerdo a sus expectativas de compra.
De acuerdo con Silvio Colombo, coordinador del área de educación del Instituto Argentino del Envase, dentro de su participación en el webinar: Envases interactivos y tecnologías inmersivas. Los nuevos paradigmas de la industria 4.0, “uno de los retos más importantes que tiene la industria del packaging son los costos, ya que la presión sobre el control de los costos es cada vez más exigente y tenemos que tener mayor trazabilidad de la cadena de valor”.
Los códigos de barras, su trazabilidad y relación con el packaging
La trazabilidad es un tema fundamental dentro del sector de los envases de alimentos y los envases en general, porque permite seguir el movimiento del insumo a través de las diferentes etapas, tanto de producción, como en la transformación y su distribución. Su principal función es poder identificar en todo momento qué productos se encuentran dentro de la empresa transformadora y también la adquisición de las materias primas y así como las actividades de producción.
Poder tener ese control nos implica de alguna manera saber cuáles son los tipos de trazabilidad. En ese sentido, se ha logrado segmentar la trazabilidad en tres tipos:
- Trazabilidad anterior: Los productos que entran en la empresa y que también indica quiénes son los proveedores o de quien lo recibe, cuándo, cuánto, a qué destinos o qué status reside cada tipo de insumo.
- Trazabilidad de proceso: Aquí se podrá identificar por qué los productos se dividen, se cambian o forman parte de una mezcla o fórmula y de esta forma saber cómo se crea; cómo, cuánto, cuánto, cuándo se gestó la gestión FIFO, que es muy muy importante en un sistema de producción de bienes y la identificación final del producto.
- Trazabilidad posterior: Es donde se podrá empezar a ver el tema de los códigos y cuáles son los productos que se piden y se entregan, es decir, donde se entregan, durante cuánto tiempo la conservación, cuál es la fecha de caducidad, entre otras.
Dentro del webinar: “Envases: Del código de barras a los códigos bidimensionales", Néstor Pierre, del Instituto Argentino de la Moffatt, comentó que: “Para poder tener acceso a esa trazabilidad lo que se requería siempre es una serie de simbolización: el código de barras y el código bidimensional, que es un conjunto de espacios y figuras rectangulares que puede poseer información variable o no variable fue la solución.
Asimismo, surgió a lo largo de este tipo de identificación tres grandes grupos, uno es la identificación por código de barra lineal, que es el más antiguo y el más conocido, el código bidimensional y después radiofrecuencia. “Evidentemente todas estas actividades se le suman las nuevas formas de pago y la simplificación del proceso de compra. Esto nos permite realmente, a través de la tecnología, mejorar esta condición”, concluye Pierre.
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