Hoy más que nunca las grandes empresas de la industria alimentaria actúan como tractoras de los fabricantes de alimentos. La enorme capacidad de compra de las empresas de distribución obliga a los productores de la industria alimentaria a aumentar sus capacidades de producción, reducir costes unitarios, incluir controles de calidad, ofertar distintos formatos de producto aun siendo la misma materia prima, distintas presentaciones y empaquetados personalizados.
Obviamente, esta transformación supone un reto organizativo y tecnológico para las empresas fabricantes de alimentos, por lo que no se puede resolver exclusivamente ampliando la plantilla de personas en planta de la industria alimentaria. La respuesta a esta necesidad no es otra que la automatización de los procesos de negocio y productivos de la industria alimentaria.
En este caso caben dos opciones. Si hay capital disponible, es cuestión de dejarse acompañar por empresas expertas que harán un trabajo excelente analizando las necesidades del cliente y automatizando sus procesos de forma global. Sin embargo, si la disponibilidad de capital es baja, esto no implica que esté la partida perdida.
La transformación de la industria alimentaria en la actualidad
En vez de trabajar en el proceso en global hay que pasar a estudiar las operaciones que lo componen, su costo y sobre todo si aportan o no valor al producto final. Una pista: mover objetos no aporta valor. La sustitución de esas operaciones sin valor aporta beneficios al proceso de fabricación en la industria alimentaria:
- Liberar recursos humanos para reforzar las operaciones que los requieren sin aumentar la plantilla
- Regularizar el proceso facilitando la programación de producción
- Ser fuente de datos que nos permite incorporar métricas fiables
- Eliminar tareas que generan bajas por lesiones por repetición
- Aumentar la calidad al poder disponer de más recursos en las operaciones que afectan directamente al producto
- Reducir la necesidad de almacenes intermedios con sus costos añadidos.
Lo mejor de todo, es que esas mejoras de operaciones se pueden integrar de forma rápida y ágil en las instalaciones existentes de las empresas de la industria alimenticia, sin necesidad de grandes paradas de producción, y con retornos de inversión muy cortos.
Solución para la automatización: herramientas mecatrónicas
Las “herramientas mecatrónicas” que se necesitan son las siguientes, pero no necesariamente todas al mismo tiempo:
- Robots para la automatización de la industria alimenticia
- Robots antropomórficos de 4 a 6 ejes
- Robots cartesianos de 2 a 6 ejes
- Robots Scaras de 3 a 4 ejes
- Robots paralelos (o arañas) de 3 a 4 ejes.
Actuadores programables eléctricos para la automatización
- Actuadores rotativos
- Actuadores lineales
- Actuadores combinados rotativo + lineal
- Pinzas paralelas y angulares.
Sistemas de control para la automatización para la industria alimentaria
- Para ambiente alimentario
- Con capacidades multieje en rack con o sin interpolación
- Con autodiagnóstico, comunicaciones basadas en Ethernet y bus de campo
- Programables sin necesidad de otros equipos externos.
La actualización de conocimientos a través de la formación de los operarios y el soporte técnico ofrecido en el uso adecuado en dichos componentes, es tan importante como la adquisición de los componentes, ya no solo para manejarlos, sino para aprovechar al máximo el rendimiento de la herramienta y, además, asegurar la correcta utilización y seguridad de los mismos operarios.
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