La nueva gestión de envases plásticos indica que tras ser desechados, luego de consumir su contenido, no son un residuo o basura: son un recurso que debe ser valorizado mediante diferentes técnicas.
Con este argumento, surge el concepto de las 4Rs: reducir, reusar, reciclar y recuperar; iniciativa fundamental en el escenario mundial actual.
El incremento de la población mundial, la incorporación masiva de ciudadanos a la clase media en los países en desarrollo (particularmente China e India) y la comercialización masiva de productos de todo tipo en las grandes superficies de comercialización son factores que han traído como consecuencia un crecimiento muy rápido del consumo y el desarrollo de nuevos envases, y —en consecuencia— el aumento de la cantidad de envases de plástico post consumo como recursos disponibles para ser tratados en los procesos de recuperación.
En este escenario, el principio de las 4Rs surge como una oportunidad de valorar estos residuos.
Te puede interesar: Hallan hongo que degrada plásticos en menos de tres días
El principio de las 4Rs (reducir, reusar, reciclar y recuperar)
Éste es un principio aceptado en todo el mundo, que establece las prioridades a seguir en el tratamiento de los RSU (residuos sólidos urbanos) en general y el de los plásticos en particular.
El principio fue inicialmente promovido como las 3Rs; sin embargo, recientemente se ha incorporado una cuarta R, la cual se denomina el principio de las 4R siendo la cuarta la recuperación energética (también llamada valorización o reciclado energético).
Se trata de una solución multidisciplinaria, ya que para su implementación actúan diversos sectores económicos con una participación muy activa del ciudadano que tiene la misión de separar en sus domicilios los distintos tipos de RSU.
En el gráfico anexo se muestra el principio de las 4Rs. El objetivo final es minimizar la cantidad de RSU que se destina a los rellenos sanitarios. Asimismo, se presenta un esquema con las distintas alternativas de valorización en el caso particular de los productos plásticos. Veamos cada una de las 4Rs.
Nueva gestión de envases plásticos: reducir
También denominada reducción en la fuente, consiste en disminuir el peso de los envases plásticos de tal manera que tengan menor impacto en el medio ambiente. Se refiere principalmente a la etapa del diseño y a la de producción de los envases plásticos. Es una nueva manera de concebir los productos con un nuevo criterio ambiental, generando menos residuos.
Por lo tanto, la reducción en la fuente es un esfuerzo conjunto de tres grandes sectores:
• La industria petroquímica, fabricando nuevos productos plásticos con mayor resistencia y mejor procesabilidad.
• La industria transformadora plástica, incorporando nuevas tecnologías y maquinarias para producir envases con menor peso y equivalente resistencia mecánica.
• La industria envasadora. diseñando los nuevos envases y adoptando las alternativas más favorables al medio ambiente.
Se calcula que en la Unión Europea se redujo el peso promedio de todos los envases en un 28 % en los últimos 10 años. En Las bolsas industriales, para envasar por ejemplo resina plástica, se redujo el espesor en un 40 % desde el año 1993. Esto se logró usando estructuras multicapas (coextrusión) y resinas de alto desempeño.
En la industria del film estirable autoadhesivo (stretch film) se disminuyeron los espesores entre un 20 % y 29 % en los últimos 15 años, también usando técnicas de multicapas y resinas tales como PE metalocenos y copolímeros de alta resistencia. Otro ejemplo es la reducción del peso de las bolsas de supermercado.
Recomendado: Crean máquina para convertir PET en gasolina
Nueva gestión de envases plásticos: reusar o reutilizar
Se trata del reuso de los envases plásticos para la misma aplicación u otra aplicación distinta. Un ejemplo son las bolsas de supermercado que se reutilizan para bolsas de residuos domésticos e innumerables aplicaciones más. Encuestas realizadas en numerosos países indican que entre el 93 % y el 98 % de la población reutiliza las bolsas de comercio (bolsas camiseta) para otras aplicaciones.
Otro ejemplo son los envases plásticos soplados o botellas usadas para productos de limpieza que se reutilizan comprando en el comercio el producto en sachets autoportantes (stand up pouches, SUP) y volviendo a rellenar la botella. Con este sistema se logran tres objetivos: reutilizar la botella que generalmente tiene la tapa con el gatillo para el spray, reducir el peso (el SUP pesa mucho menos que la botella), y por último, reducir el costo al consumidor, ya que el SUP es más barato que la botella con el pico para aplicar el spray.
Nueva gestión de envases plásticos: reciclar
Lo más usado en los países de Latinoamérica es el reciclado mecánico. Consiste en recolectar los envases plásticos post consumo, separarlos por tipo de plástico y someterlos a los siguientes procesos: molienda, lavado, secado, extrusión, pelletizado o granulado, con el objetivo de que sean usados como materia prima para producir nuevos productos finales.
Todo sistema de recolección diferenciada que se implemente descansa en un principio fundamental que es la separación de los residuos en el hogar al menos en dos grupos básicos: orgánicos o restos de comida y restos de envases post consumo (plástico, papel y cartón, vidrio, metales, brik, etcétera).
Estas dos bolsas se colocan en la vía pública en los contenedores identificados según el tipo de residuo y serán recolectadas en forma diferenciada, permitiendo así que se encaucen hacia sus respectivas formas de tratamiento. Esta es la forma más simple de separación en origen, en los países europeos se separan en más fracciones, tales como un contenedor para cada uno de los siguientes elementos con sus respectivos colores distintivos: vidrio (verde), papel y cartón (azul), envases (amarillo) y orgánicos o restos de comida (gris).
En el centro de clasificación se reciben los envases post consumo. Luego de la recepción se efectúa una clasificación de los productos por tipo de plástico y color. Si bien esto puede hacerse manualmente, se han desarrollado tecnologías de clasificación automática, que se están usando en países desarrollados. Una vez separados, los plásticos se compactan en fardos que son almacenados para ser enviados a los recicladores.
Recordemos el sistema de identificación de los plásticos, el código internacional SPI, que asigna un número a cada tipo de plástico dentro del triángulo de reciclado y su objetivo es precisamente la de facilitar la clasificación. Cuanto mejor separados estén los residuos plásticos por tipo de plástico, mejor será la calidad del producto final, tras su reciclado mecánico.
Recuperación energética
Es quizás una técnica aún poco conocida en los países de Latinoamérica pero que tiene gran importancia en otros países desarrollados tales como Alemania, Holanda, Dinamarca, Suiza y Japón.
Los productos plásticos son derivados del petróleo o gas natural y por lo tanto contienen un alto poder calorífico que puede ser recuperado mediante una combustión limpia junto al resto de los RSU. La energía que se recupera de la combustión de un pote plástico es equivalente a la energía consumida por una lámpara de bajo consumo encendida durante cinco horas (que a su vez equivale a la luz de una lámpara incandescente de 40 watts).
La combustión de los plásticos con los RSU genera electricidad que se emplea en la red eléctrica para usos generales, así como calor en forma de vapor a baja presión y agua caliente para los hogares que se encuentran cerca de las plantas de combustión.
Es importante destacar que las plantas que usan técnicas modernas de combustión con recuperación energética emiten a la atmósfera gases limpios y que cumplen con las normas internacionales tales como la normativa Europea que especifica la calidad de los gases emitidos por dichas plantas.