El desarrollo de envases sostenibles a partir de residuos agrícolas está marcando tendencia en la industria del embalaje por ser una solución para atacar el problema del desperdicio alimentario, así como la demanda de productos sostenibles.
Las áreas de investigación son infinitas. Abarcan desde recubrimientos comestibles hasta biocompuestos que mejoran las propiedades de los residuos de los alimentos. Al transformar los residuos agrícolas en productos de valor agregado, se reduce la cantidad de desechos enviados a vertederos y se generan nuevas oportunidades de negocio.
Recientemente, un equipo de investigadores coordinados por la Universidad de Córdoba y en el que participaron cinco universidades y algunas empresas europeas, emprendieron un proyecto de investigación denominado Biomedpack.
Su objetivo es desarrollar empaques sostenibles elaborados con residuos agrícolas, de acuerdo con lo difundido.
“El proyecto contribuirá al desarrollo de una estrategia socioeconómica para la posible implementación de biorrefinerías a pequeña escala, para valorizar subproductos agroindustriales”, según lo expuesto.
Lo anterior esperan lograrlo mediante procesos de separación y purificación de los componentes que constituyen la materia prima, como los biopolímeros y los compuestos bioactivos", a partir de los cuales se desarrollarán los envases.
Empaque para conservar los alimentos
En la búsqueda de alternativas de embalaje viables y rentables para reemplazar los sistemas basados en plásticos, Biomedpack estudiará cómo la interacción entre los alimentos y el envase influye en la microbiota de los alimentos. En cómo esta relación afecta a las bacterias y microorganismos presentes en los alimentos.
“Los alimentos están vivos, por lo que durante toda la cadena de valor algunas poblaciones microbianas crecen en el interior del alimento, y otras se ven inhibidas”, dijo Eduardo Espinosa Víctor, coordinador del proyecto.
Agregó que una vez comprendida la evolución de las dinámicas microbianas durante la cadena alimentaria, estudiarán cómo modular esas dinámicas para extender la vida útil de los alimentos, mejorar la seguridad y sostenibilidad del sector agroalimentario.
Envasado simbiótico
Biomedpack está investigando nuevos conceptos de envasado, como el simbiótico, que utiliza recubrimientos comestibles con microorganismos bioprotectores.
Estos recubrimientos no solo mejoran la conservación de los alimentos, sino que también potencian sus propiedades nutricionales, especialmente en vegetales.
Además, el equipo de investigadores busca desarrollar sistemas de envasado que puedan ser rápidamente implementados a nivel industrial, utilizando tecnologías avanzadas para facilitar su producción y comercialización.
Este enfoque busca ofrecer alternativas más sostenibles y saludables al envasado tradicional.
Bioenvasado, una tendencia que cobra relevancia
El segmento de materiales de base biológica y biodegradable ha atraído la mayor atención por razones ambientales, señala una investigación publicada en Emerald Publishing Limited.
El bioenvasado se refiere a los envases elaborados con materiales de base biológica o de recursos renovables adecuados para la biodegradación.
Con la preocupación por la contaminación plástica y en búsqueda de soluciones que sean menos invasivas para el ecosistema, el sector del bioenvasado ha fortalecido su importancia dentro de la industria del embalaje de alimentos.
“Los envases compostables son aquellos que se biodegradarán al menos al 90 por ciento en seis meses. Es crucial que el proceso de compostaje aeróbico conduzca a la formación de compuestos naturales en el entorno natural, como el agua, el dióxido de carbono y la biomasa”, señala la investigación.
En algunos mercados europeos, la principal fuente nacional de materias primas para la producción de envases compostables son los residuos de la industria alimentaria, como el salvado de cereales o la fruta.
Los empaques o envases compostables constituyen una importante innovación de nicho en el mercado de bioenvasado.
Barreras para su escalabilidad
Aunque los empaques compostables representan una solución prometedora para combatir la contaminación plástica, enfrentan ciertas limitaciones para su escalabilidad respecto a los envases plásticos tradicionales, que ofrecen mejores propiedades para garantizar la calidad y seguridad de los productos alimenticios.
Una de las principales barreras es la falta de un sistema de etiquetado unificado que facilite su identificación y correcto manejo en el ciclo de reciclaje, señaló la investigación publicada por Emerald Publishing Limited.
Sin una trazabilidad adecuada del embalaje, es difícil gestionar su destino una vez utilizados, lo que impide un cierre efectivo de su ciclo de vida, destacó.
Otro reto es la ausencia de reglas claras sobre cómo deben gestionarse los envases compostables tras su uso. Ello para garantizar el menor impacto ambiental posible. Además del costo e inversión en tecnología.
El acceso a la infraestructura es otra barrera, ya que es una de las razones por las que los residuos no se reciben con suficiente calidad, lo que a su vez impide el cierre del ciclo de vida del embalaje compostable al producir compost para su uso en la agricultura o la horticultura.
"Las soluciones sistémicas para la recolección y el reciclaje de materiales biológicos y compostables no están muy extendidas y hay una gran brecha, especialmente en términos de infraestructura para procesar materiales compostables”, se lee en la investigación.
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