¿Qué tan sostenible es la industria del plástico?

El plástico es uno de los materiales más usado en los últimos años dentro de la industria de alimentos.  Se han realizado distintos esfuerzos para reducir su consumo hasta poder lograr la meta de ya no utilizarlo, pero para lograr este objetivo,  la industria de alimentos tiene que replantearse su futuro.

Para ello,  es necesario hacer un análisis detallado sobre este material, ya que existen diferentes tipos enfocados a distintos propósito y es aquí donde la flexibilidad que ofrecen los plásticos hace que sean componentes útiles que aportan una gran variedad de desafíos y oportunidades.

Las industrias del plástico se han fijado objetivos de sostenibilidad de forma voluntaria, sumándose a “El Pacto del Plástico”, teniendo como objetivo el uso de empaques reciclables y reutilizables en un 100% y de contenido reciclado en los empaques en un 25% dentro del marco legislativo que se encuentra avanzado en algunos países de Europa y en Estados Unidos.

En diferentes estudios se ha demostrado que las tasas de reciclado del plástico son muy bajas en comparación con otros materiales. No obstante, esta acción presenta una gran ventaja con la cual se puede ahorrar hasta un 80% de energía al no tener que fabricarlos desde cero.

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Reciclar para aumentar la sostenibilidad del plástico

La práctica del reciclaje de plástico surge como una necesidad de solucionar los problemas de la acumulación de residuos, el ahorro de la energía, la extinción de recursos no renovables, así como reducir la cantidad de contaminantes que van al mar.

Actualmente existen 2 tipos de reciclado de plásticos:

• El reciclado químico
• El reciclado mecánico

El reciclado químico consiste en un proceso químico por el cual se vuelven a obtener los monómeros iniciales. Es una “despolimerización” y actualmente se encuentra en pleno desarrollo.

El reciclado mecánico sólo es aplicable a los termoplásticos. Es un proceso físico-mecánico mediante el cual el plástico es lavado, fundido, filtrado, obteniéndose pellets del material original, que pueden ser usados como nueva materia prima.

Los beneficios del reciclaje conllevan a ahorrar materias primas, energía, agua y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Por ejemplo, la fabricación a partir de envases reciclados supone un ahorro energético del 84%.

Cuando se reducen estos residuos, se contribuye a la disminución en la cantidad de contaminantes que van al mar, como los microplásticos en peces, así como la diminución de los gases de efecto invernadero, con lo que se contribuye también a la mejora de la calidad del aire.

Los desechos plásticos no desaparecen. Se vuelven más pequeños y, a menudo, terminan en los océanos, donde los peces los confunden con alimentos.

Así es como acaban en nuestros platos.#SalvemosLosOcéanos junto con @unep_espanol. https://t.co/fEcNUWvhHM pic.twitter.com/GUfFCLMk4m

— Naciones Unidas (@ONU_es) June 22, 2022

Los bioplásticos como una alternativa más sostenible

Con las nuevas tendencias de consumo y de empaque encaminados hacia la sostenibilidad, cada vez más se promueve el uso de bioplásticos. Se prevé que el mercado global de este tipo de soluciones crezca a más de 15% en los próximos cinco años. Los biopolímeros como PP (polipropileno) y PHAs (polihidroxialcanoatos) están impulsando este crecimiento.

Los bioplásticos son polímeros naturales provenientes de residuos agrícolas, celulosa o almidón de papa o maíz. Son 100% biodegradables e igual de resistentes que los plásticos tradicionales. Esto provoca que la industria global de bioplásticos mantenga un crecimiento dinámico.

Esta tendencia es posible gracias a la creciente demanda de productos sostenibles por parte de los consumidores y las marcas.

Asimismo, la industria del plástico continúa realizando esfuerzos para desarrollar materiales innovadores con propiedades mejoradas y nuevas funcionalidades, por lo que se espera que, a nivel global, la capacidad de producción de bioplásticos aumente de 2.1 millones de toneladas en 2019 a 2.4 millones en 2024.

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