El plástico es uno de las mayores preocupaciones que tiene el medio ambiente debido a su uso desmedido. Sin embargo, la economía circular juega con la ventaja de que el plástico puede tener mil y una vidas. Pues al ser un material altamente resistente y muy moldeable. Por lo que este material se ha convertido en un elemento clave de esta economía.
Este material facilita la circularidad de los productos y mejoran la eficiencia en el uso de recursos. Por lo tanto la sostenibilidad medioambiental de toda la cadena de valor.
Y es que el 60% de los productos hechos con plásticos duran entre 2 y 50 años, esto hace que en ciertas aplicaciones se logren importantes ahorros energéticos. De esta manera contribuyen a la protección del medio ambiente.
El uso de plástico favorece el descenso de las emisiones de gases de efecto invernadero a través de:
- Impulso una movilidad sostenible
- Permite que productos y medios de transporte sean mucho más ligeros
- Ahorro de combustibles y de emisiones de CO2
En el ámbito alimentario, el ecodiseño y la innovación en los envases plásticos, permiten consumir los alimentos con la máxima seguridad, comodidad y en mejores condiciones. De tal forma que contribuyen a reducir el desperdicio alimentario y conservando la calidad.
Economía Circular minimiza el impacto del plástico
La Unión Europea adoptó un plan de acción para una Economía Circular, en el cual identificó al plástico como una prioridad clave. En ese sentido, se comprometió a preparar una estrategia que aborde los desafíos planteados por los plásticos a lo largo de la cadena de valor y teniendo en cuenta todo su ciclo de vida.
Actualmente, la Unión Europea está en mejor posición para liderar la transición a los plásticos del futuro. Con una estrategia sienta las bases de una nueva economía del plástico, donde el diseño y la producción de plásticos y productos plásticos respetan plenamente las necesidades de reutilización y reciclaje, y se desarrollen y promueven materiales más sostenibles.
Esto proporcionará un mayor valor añadido y prosperidad en Europa y fomentará la innovación. Pondrá freno a la contaminación plástica y su impacto negativo en nuestras vidas y el medio ambiente.
Al perseguir estos objetivos, la estrategia también ayudará a alcanzar la prioridad establecida por esta Comisión para una economía moderna, baja en carbono, eficiente en el uso de recursos y energía, y hará una contribución tangible para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030 y el Acuerdo de París.
Reciclaje
Los plásticos son un recurso muy valioso porque son perfectamente reciclables, de ahí que la adecuada gestión de los residuos sea una cuestión de gran importancia para poder reintroducir estos materiales en los ciclos productivos.
Así, los envases de plástico tienen grandes ventajas ambientales por su bajo peso, lo que contribuye a un transporte más eficiente, disminuyendo en un 50% el número de viajes, ahorrando combustible y como consecuencia reduciendo las emisiones de CO2.
En la actualidad, hablar de reciclado de plásticos es seguir avanzando hacia una economía circular. En este sentido, las cifras muestran que la cantidad de plástico reciclado de todas las aplicaciones aumenta año tras año, superado el millón de toneladas desde 2017.
La industria del plástico en Europa participa activamente en iniciativas como Circular Plastics Alliance con el objetivo de impulsar el uso de plásticos reciclados en la Unión Europea alcanzando 10 millones de toneladas en anuales a partir de 2025.
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