PlantBottle es una botella de plástico PET fabricada con hasta 30% de materiales derivados de plantas.
Por diseño, al igual que los empaques tradicionales de PET, es 100% reciclable y no es biodegradable, de manera que su recolección y tratamiento durante el proceso de recuperación es el mismo que se realiza actualmente con los empaques regulares.
“No hay diferencias en la vida útil, peso, composición química o apariencia en comparación con una botella PET tradicional, excepto que desde el cultivo de las materias vegetales para su elaboración hasta la producción de la resina, su huella de carbono es hasta 20% menor que la de un empaque regular”, destacó la empresa en un comunicado.
Añade que el objetivo de la compañía refresquera es desarrollar empaques sustentables y reciclables hechos completamente de fuentes renovables, utilizando principalmente desechos no alimenticios de origen vegetal, como trozos de madera o tallos de maíz, convirtiéndolos en un recurso valioso para su reuso en la producción de botellas plásticas PET reciclables.
El desarrollo de la PlantBottle
En una primera etapa, a través de los esfuerzos de sus socios embotelladores Coca-Cola FEMSA, ARCA y CONTAL, las botellas PlantBottle serán introducidas al mercado comenzando por el Valle de México, Monterrey y Guadalajara, en presentaciones de 400 y 600 mililitros de Coca-Cola Clásica.
Los empaques podrán ser identificados a través de un icono diferenciador en la etiqueta y comunicación directa en puntos de venta. Asimismo, se espera que para su fabricación se utilizará tanto materia prima reciclada como material vegetal, incluyendo hasta 35% de contenido reciclado.
“Como compañía global, esperamos producir más de dos mil millones de botellas a finales de 2010. Esto significa reducir la cantidad de petróleo en una equivalencia similar a la requerida para producir tres millones de galones de gasolina”, explicó la compañía.
El documento añade que el plástico de este envase puede ser reciclado una y otra vez en las instalaciones de cualquier planta de reciclado PET. Al no ser biodegradable se garantiza que la energía contenida en sus materiales siempre será recuperable, al mismo tiempo que asegura la misma vida de anaquel.
“Nuestra meta es que todas las botellas de plástico de nuestros empaques se elaboren 100% con materias primas renovables y que mantengan la característica de reciclaje de las botellas PET existentes en el mercado. El progreso continuo hacia el cumplimiento de este objetivo de largo plazo, requerirá el desarrollo de tecnologías que faciliten el uso de desechos vegetales no alimenticios para la creación de la botella del futuro”, explicó el comunicado.
La apuesta por el reciclaje
Durante una rueda de prensa, directivos de la empresa de bebidas explicaron que en los últimos años en el país se ha reducido 25% el peso de los envases PET y elaborando millones de ellos con hasta 35% de material reciclado.
“Con el propósito de asegurar que nuestros empaques PET tengan un valor en el mercado, y en consecuencia reducir su disposición indiscriminada, en 2007 construimos en alianza con Coca-Cola FEMSA y Alpla la Industria Mexicana de Reciclaje (IMER), la primera planta de reciclado PET grado alimenticio en América Latina, que cuenta con una capacidad para transformar 25 mil toneladas de PET post-consumo, cantidad suficiente para producir cerca de mil millones de nuevas botellas. Este desarrollo significó una inversión superior a los 20 millones de dólares”, explicaron.
Marcelino Martínez, Vicepresidente Técnico de Coca-Cola de México aseguró que este desarrollo tomó más de dos años de investigación.
“El plástico de este envase se forma de dos componentes, el MEG (mono-etilenglicol), que conforma el 30% del PET por peso, y el PTA (ácido tereftálico purificado), que completa el otro 70%. La tecnología de nuestros días, sólo permite remplazar el primero con material producto de plantas, aunque ya existen investigaciones que buscan desarrollar tecnologías que faciliten la sustitución de ambos elementos a partir de materias primas vegetales no comestibles como trozos de madera o tallos de maíz”, destacó el directivo.
Actualmente sólo seis países en el mundo cuentan con esta tecnología: Dinamarca, Estados Unidos, Canadá, Japón, Brasil y ahora México.