- La vida útil de los alimentos está relacionado directamente con el uso de envases de plástico.
Es por ello que los fabricantes siempre están en búsqueda de desarrollar envases más sostenibles y que a su vez, tengan la capacidad de aumentar la vida útil de los alimentos.
Un envase plástico puede alargar la conservación de un filete de carne hasta 10 días más, con lo que disminuye la posibilidad de que termine en la basura.
- De tal forma, no solo se evita desperdiciar alimentos, sino los recursos que utilizan para producirlo.
Los envases plásticos son cuatro veces más ligeros que los fabricados con otros materiales. Esto permite envasar la misma cantidad de alimentos o bebida con menos cantidad de material.
Esta ligereza reduce las emisiones derivadas del transporte, ya que hacen falta menos viajes y, por tanto, menos consumo de combustible.
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Reducir el desperdicio alimentario
Con el aumento de la tecnología en los envases se ha podido alargar la vida útil de los alimentos.
Esto ha provocado una reducción en el desperdicio alimentario y el hambre en el mundo, que actualmente afecta a más de 440 millones de personas, con 250 millones ya al borde de la inanición.
Para aumentar la vida útil de los alimentos se han implementado diferentes tecnologías, entre ellas se encuentra el agregar o aumentar la barrera del empaque. Esto se puede hacer de diversas formas para embalajes de papel, cartón, cartón ondulado, acero, vidrio y plásticos flexibles o rígidos.
Estas barreras se pueden incluir por aplicación directa en el interior o exterior del embalaje de cualquier material. Se pueden incluir aditivos y masterbatches (pigmentos de empaque) en la masa que se está preparando cuando se trata de empaques de plástico o celulosa.
Envases comestibles
Científicos de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad de Mendel, de Brno en la República Checa, desarrollaron un envase comestible a base de proteínas que tiene el carácter de una lámina de cocina flexible.
De acuerdo con los expertos, existen algunas variantes de estos envases, ya que puede convertirse en un spray o un líquido en el que se empapa el alimento.
Su fácil desarrollo y la capacidad que posee para reducir los residuos de su producción son algunas de las ventajas que aportan estos envases comestibles.
Barbora Smetanová, estudiante de la Universidad de Mendel, está trabajando en el desarrollo de envases comestibles a base de proteínas que tienen el carácter de una lámina de cocina flexible.
Los envases comestibles son una forma de reducir la gran cantidad de envases de plástico sintético que se descomponen en la naturaleza durante décadas. Con su ayuda, los residuos producidos pueden reducirse en general”, dijo la investigadora de la facultad Soňa Hermanová.
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