A través del proyecto FOOD-REDUWASTE, ITENE desarrolla envases conservadores de alimentos y extensores de su vida útil, que contribuirán a la reducción global de desperdicio alimentario. El proyecto del Instituto Tecnológico del Embalaje, Transporte y Logística está respaldado por el IVACE (Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial).
Esta iniciativa comprende el desarrollo de nuevos envases para frutos secos, arroz, pastas, cereales, frutos rojos y hortalizas. Absorben o liberan determinadas sustancias, con la finalidad de mantener los alimentos aptos para su consumo durante mucho más tiempo.
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Líneas de trabajo del proyecto FOOD-REDUWASTE
- Desarrollo de envases con acción repelente frente a plagas, ideados para alimentos secos susceptibles a infestación, como arroces y pastas.
- Creación de un envase con doble compartimento para separar físicamente el alimento de las sustancias activas, de manera que se eviten problemas de contaminación accidental.
- Sistema absorbedor de oxígeno para alimentos susceptibles a enranciamiento, como frutos secos.
- Mecanismo generador de dióxido de azufre (SO2) para el envasado de frutas susceptibles a la aparición de hongos.
- Sistema liberador de sustancia antimicrobiana para el envasado de frutas sensibles al etileno.
- Desarrollo de materiales celulósicos y de envases de papel y cartón con actividad antifúngica, para su aplicación en el sector hortofrutícola, en concreto en frutas con alto valor añadido, como fresas y frutos rojos.
Estos envases permiten mejorar la vida útil del producto. El deterioro en el tiempo se produce fundamentalmente por la acción de organismos vivos, la acción fisicoquímica del entorno y la actividad biológica del propio alimento. Este deterioro implica la merma de su valor nutritivo y de sus características organolépticas y compromete su seguridad microbiológica, llevando finalmente a su retirada y desecho.
Envases contra el desperdicio de alimentos
Según cálculos de la Comisión Europea y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), a nivel mundial se desperdicia un tercio de los alimentos para consumo humano. En Europa, cada año se desperdician en torno a 88 millones de toneladas de alimentos. Los costes asociados ascienden a 143.000 millones de euros. En América Latina y El Caribe se pierde el 11,6% de los alimentos, desde la producción hasta el comercio minorista, sin incluir a este. Eso equivale a 220 millones de toneladas al año, con un costo económico de 150.000 millones de dólares.
Esto significa que grandes cantidades de los recursos destinados a la producción de alimentos se utilizan en vano. Por lo tanto, parte de las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a su producción (5%) son evitables. Los envases pueden jugar un papel esencial en el alargamiento de la vida útil de los alimentos y en la mejora de su conservación.
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Resultados del proyecto
Se han desarrollado diversas soluciones de envase para alargar la vida útil de los alimentos:
- Para cereales, pastas, arroz o frutos secos: un film extruido multicapa con un repelente de plagas de origen químico para aplicaciones de envase tipo flowpack, bolsas o film tapa.
- Para alimentos susceptibles de oxidación, como los frutos secos: una bandeja compartimentada para contener sustancias activas capaces de absorber el oxígeno presente en el espacio de cabeza del envase. De esta manera, éste no afecte los niveles de oxidación del producto.
- Para evitar la oxidación de frutas y verduras: una bandeja compartimentada capaz de absorber el etileno presente en el espacio de cabeza del envase; una bandeja compartimentada liberadora de una sustancia activa antifúngica; y un envase de cartón con recubrimientos activos biobasados.
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