Investigadores de la Universidad de Queensland en Australia, desarrollan una solución novedosa para eliminar los PFAS químicos del agua.
Los autores del estudio señalan que este proceso resulta necesario para combatir los riesgos comunes para la salud pública como la enfermedad hepática y renal.
- Los químicos PFAS se usan comúnmente como una barrera repelente de grasa en envases a base de fibra como contenedores de comida rápida.
La creciente evidencia de que el grupo químico es persistente y perjudicial para la salud humana y ambiental estimula una reciente ola de acciones industriales para encontrar soluciones alternativas, incluidas técnicas mejoradas de gestión de residuos.
El grupo de investigadores encabezados por Cheng Zhang lograron eliminar el 95% de PFAS de una pequeña cantidad de agua contaminada en menos de un minuto.
En este trabajo, se diseñaron nuevos sorbetes magnéticos de polímero fluorado para permitir la captura eficiente de PFAS y la rápida recuperación magnética del material absorbido", explican los investigadores.
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Una solución de sorbete magnético
El nuevo sorbete tiene una eficiencia superior de eliminación de PFAS en comparación con el carbón activado disponible comercialmente y las resinas de intercambio iónico.
- La solución recubre las partículas de PFAS y luego usa un imán para atraerlas, aislarlas y eliminarlas. Según los informes, los métodos existentes de eliminación de PFAS requieren tipos de maquinaria como bombas, que consumen mucho tiempo y recursos.
El investigador explica que el nuevo método muestra que es posible eliminar más de estos productos químicos de una manera más rápida, más barata, más limpia y simple.
Debido a que nuestro proceso no necesita electricidad, se puede usar en comunidades remotas y fuera de la red", agrega.
La solución en sí se puede reutilizar hasta diez veces. El equipo de investigación ahora ampliará las pruebas y dice que espera tener un producto disponible comercialmente listo en los próximos tres años.
Este trabajo es financiado por el Consejo Australiano de Investigación, el Consejo Nacional de Salud e Investigación Médica, The Chemours Company y el Departamento de Defensa de los Estados Unidos, y fue supervisado por el jefe de investigación de AIBN, el profesor Andrew Whittaker.
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¿Qué son los PFAS?
Las sustancias perfluoroalquiladas (PFAS) son un gran grupo de compuestos químicamente sintetizados que consisten en una cadena alquílica hidrofóbica de longitud variable (total o parcialmente fluorada), con un grupo final hidrofílico.
Tienen un amplio uso en aplicaciones industriales y de consumo que incluyen revestimientos antimanchas de tejidos, revestimientos lipofóbicos destinados a productos de papel aptos para el contacto con los alimentos y fórmulas de insecticidas.
De acuerdo con la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, las PFAS pueden encontrarse en:
- Alimentos envasados en materiales que contienen PFAS, procesados con equipo que utilizó PFAS, o cultivados en tierra o con agua contaminados con PFAS.
- Productos domésticos comerciales, como telas repelentes de manchas y agua, productos antiadherentes, compuestos para pulir, ceras, pinturas, productos de limpieza y espumas para combatir incendios.
- Agua potable comúnmente localizada y asociada con una planta específica (por ej., fabricante, relleno sanitario, planta de tratamiento de aguas residuales, centro de entrenamiento para bomberos).
- Organismos vivos como peces, animales y seres humanos, donde las PFAS pueden acumularse y persistir con el paso del tiempo.
Acciones contra estas sustancias
El estudio se produce cuando aumenta la presión política contra el uso de PFAS en envases en todo el mundo. A partir del pasado 1 de enero, el estado estadounidense de Nueva York prohíbe oficialmente todos los productos químicos PFAS bajo la Ley de Envases Peligrosos, y se aplica a cualquier producto de envasado diseñado para el contacto directo con los alimentos.
El año pasado, investigadores de materiales de la Universidad de Flinders en Australia y One-Five, un desarrollador alemán de biomateriales, comenzaron a usar extractos de algas marinas para desarrollar materiales de recubrimiento de biopolímeros para reemplazar los envases actuales para servicios de alimentos.
Finalmente, los investigadores desarrollaron un prototipo de recubrimiento de algas marinas que cumple con los requisitos funcionales de los materiales de embalaje convencionales resistentes a la grasa.
El uso de algas marinas crea una solución circular, permitiendo que la película resistente a la grasa sea biodegradable, derivada de ingredientes naturales.
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