El presente y el futuro de los envases de PET plantea nuevas metas, entre las que se destacan la sostenibilidad de las materias primas y la reducción de los consumos energéticos en sus procesos de producción. Las funciones tradicionales de los empaques han cambiado con el paso del tiempo.
Además, el futuro de la industria se plantea la minimización de los impactos ambientales originados por emisión de gases de efecto invernadero o vertidos de residuos contaminantes) y la reciclabilidad para valorizar sus residuos como material o energía.
Los polímeros termoplásticos o envases de PET, reúnen todas estas condiciones, de ahí que hayan sido elegidos por fabricantes de distintos productos como materiales para sus envases.
Es conveniente contribuir a evitar falsos mensajes al consumidor y transmitirle que no hay materiales universales. El fabricante estudia con equipos multidisciplinares la idoneidad de un material para dar la solución óptima en cada caso, teniendo en cuenta los principios básicos descritos anteriormente.
El tereftalato de polietileno, más conocido por sus siglas en inglés, PET, es un polímero entre cuyas propiedades destacan su resistencia mecánica a impactos, su transparencia, su ligereza, la reducida demanda de energía en su fabricación y transporte, su moldeabilidad y su reciclabilidad, se considera que es el plástico más reciclado del mundo.
Desafíos de los envases de PET
El principal reto al que se enfrenta el PET en el futuro para alinearse con las nuevas directrices es la desvinculación del petróleo, fuente de obtención de sus dos componentes básicos. En este sentido, es una realidad la obtención de una de ellas, el monoetilenglicol, de fuentes sostenibles materializadas en el PlantBottle de Coca Cola.
Las compañías Coca-Cola, Ford Motor Company, H.J. Heinz Company y Procter & Gamble colaboran en el Plant PET Technology Collaborative (PTC) para impulsar la investigación de un PET fabricado con materias de origen sostenible.
Otra gran meta es garantizar el reciclado de los envases para recuperar su material o valorizarlos energéticamente. El empleo de material reciclado es una realidad, se comercializan envases aptos para uso alimentario con contenidos hasta del 25% del mismo por fabricantes de agua y refrescos.
Independiente de estas aplicaciones, el PET reciclado se emplea en la industria textil, en automoción, para flejes, para fabricación de lámina para envases termoconformado y flexibles. En España se recogen el 75,8 % de los envases de PET puestos en el mercado.
Virtudes de los envases PET
En este punto hay que desmentir la creencia de que el PET solo se puede reciclar varias veces. Cada vez que el material se recicla lo que ocurre es que disminuye su grado de polimerización.
Para ciertas aplicaciones esto no afecta, sin embargo si el material se quiere emplear para fabricar un envase igual del que procede hay que repolimerizarlo; en esto consiste el proceso bottle-to-bottle, en el que el material se somete a un proceso de polimerización en estado sólido, conocido por sus siglas en ingles SSP (Solid State Polycondensation), que permite obtener un material de las mismas características que el de origen.
La minimización del littering es otra de las metas prioritarias fijadas por la UE. Aunque afecta a los residuos en general, los plásticos son la imagen. La sensibilización y colaboración ciudadana es esencial para resolverlo.
Los fabricantes de maquinaria de inyección de preformas y soplado de botellas han desarrollado mejoras en el diseño de moldes, en los sistemas de calentamiento y en la recuperación de aire de alta presión necesario para soplar las botellas, con ahorros de energía del 45%. Compañías como Husky, Krones y Sidel, entre otras, son las referentes.
PET, un material presente en todos los sectores
En materia de reducción de peso se han realizado importantes avances en el diseño; la aplicación de modelos de cálculo en el diseño de moldes y en los perfiles de los envases, así como los avances de la tecnología de soplado, permiten un control de la uniformidad de espesores y de optimización de los mismos que, junto con los diseños de bocas y fondos de botella, han permitido importantes reducciones de peso.
El PET ha ido ganando mercado año tras año como material para la fabricación de envases. Desde sus inicios en los sectores de refrescos y aguas, fabricando envases por inyección-soplado, se ha ido extendiendo a otros mercados: aceites, zumos, lácteos, higiene corporal, limpieza del hogar, farmacia, bebidas alcohólicas, cosmética, aerosoles, etcétera.
Además, se utiliza para envases termoconformados: bandejas para perecederos, frutos secos, confitería, blister diversos y un largo etcétera. Prácticamente cualquier formato de envase (garrafas, botellas, tarros, bandeja o blíster), puede ser fabricado en este material.