Un proyecto de investigación conjunto de Krones y Alpla señala que fuera de su nicho, los envases de PET reutilizable siguen desempeñando un papel secundario. Sin embargo, basados en este resultado, desarrollaron un envase de PET reutilizable que también resulta un recipiente óptimo para productos sensibles de larga duración (ESL o Extended Shelf Life). Como el zumo y la leche en la cadena de frío.
De acuerdo con Martina Birk, Responsable del programa de sostenibilidad enviro de Krones, a menudo, los envases de PET reutilizable ni siquiera se tienen en cuenta en un primer momento. Aunque, con una distribución predominantemente regional, pueden ofrecer un balance ecológico extraordinariamente atractivo.
Evaluación de envases de PET
La colaboración entre ambas compañías destaca que los envases de PET reutilizable se habían utilizado principalmente para refrescos carbonatados y agua. Sin embargo, también encontraron una solución para las bebidas sensibles, como los zumos o productos lácteos. La opción de disponer de una boca de 38 milímetros tiene ventajas especiales para las aplicaciones reutilizables sensibles.
También prestaron una atención especial al proceso de limpieza de los envases, ya que el PET es menos resistente al calor que el vidrio. Por eso, es vital la manera de poder garantizar una alta seguridad microbiológica y un gran número de ciclos aunque la temperatura de limpieza fuera reducida.
Para lograr una base de datos objetiva y significativa, el centro técnico de tecnología de lavado de Krones realizó una serie de pruebas exhaustivas en las que se analizó la interacción entre distintas muestras de botellas y procedimientos de limpieza. Las cuales proporcionaron una imagen muy clara sobre los factores de influencia térmicos, químicos y mecánicos que actuaban en cada caso.
Pruebas de inocuidad
Comparar el PET reutilizable y el vidrio reutilizable proporcionó otro descubrimiento interesante: a medida que avanzaban los ciclos de limpieza, el producto de limpieza alcalino raspaba visiblemente la superficie de la botella de vidrio. Pero con los envases de PET no se observó ningún deterioro similar.
Actualmente, se realizan pruebas microbiológicas para tener una certeza definitiva en cuanto a la inocuidad del envase. Ya se han obtenido los primeros resultados, que confirman lo observado hasta el momento: Desde el punto de vista microbiológico, las botellas de PET sometidas a 25 ciclos de limpieza no se diferenciaban en nada de las nuevas. Una vez probada su viabilidad, el proyecto ya está listo para dar el siguiente gran paso. De hecho, los preparativos para la prueba de campo técnica ya están avanzando.
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