Una de las estrategias principales para evitar el desperdicio de alimentos consiste en alargar la vida útil de los productos. Envasándolos con materiales con propiedades barrera, por ejemplo, utilizar envases elaborados con materiales con estructuras de tipo multicapa.
Los envases multicapa están compuestos por una gran variedad de combinaciones, desde las tres a las doce capas. Esta composición de capas, normalmente de diferentes materiales, confiere a los envases una combinación de propiedades mecánicas y físicas.
Ya que los materiales no tendrían de manera independiente, como pueden ser el aumento de la resistencia térmica o de barrera a la humedad y al oxígeno. Esto permite conservar el producto que contienen, alargando su vida útil y reduciendo el desperdicio de alimentos.
La selección del tipo de material de envase es crucial para la conservación de los productos durante su distribución, además de otros fines como utilizar soluciones de bajo peso y con propiedades mecánicas adecuadas. Lo que ha provocado que el sector del envase plástico rígido y flexible ocupe alrededor del 40% del mercado de los envases alimentarios.
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Marco legislativo para envases
Durante los últimos años se ha desarrollado un marco legislativo con un alto nivel de exigencia y actividad que regula la generación y gestión de envases, concretamente:
- La Directiva Marco de Residuos 2008/98/CE, establece el objetivo de reciclar el 50% de los residuos domésticos en 2020. Lo cual incluye envases.
- El Plan de Acción para la Economía Circular publicado en 2015 por la Comisión Europea con el título 'Cerrar el círculo', fomenta que los productos, materiales y recursos se mantengan en la economía durante el mayor tiempo posible. De tal manera que reduce al mínimo la generación de residuos.
- La Estrategia Europea de Plásticos, publicada en 2018 por la Comisión Europea, estipula que el 100% de los envases comercializados en 2030 deberán ser reutilizables, reciclables o compostables.
- La Directiva 2018/852 establece un aumento paulatino de las tasas de reciclado, alcanzando el 65% en 2025, el 70% en 2030, y de los cuales el 55% debe ser plástico.
Esta disyuntiva en la que se encuentra el envase alimentario donde, sin mermar sus prestaciones, hace frente a los requisitos de reciclabilidad/compostabilidad/reutilización marcados por la estrategia de la Comisión Europea. Propició que a lo largo de su cadena de valor se estudien posibles soluciones al respecto.
Entre ellas, cabe destacar el empleo de materiales de origen renovable y con carácter biodegradable. Con el que fabricar un envase compostable que cumpla con los requisitos recogidos en la norma UNE-EN 13432:2001. O la simplificación de estructuras de envase flexible mediante el uso de recubrimientos barrera.
Soluciones biobasadas
El proyecto BIOSMART, financiado por la iniciativa ‘Bio Based Industries Joint Undertaking’, desarrolló soluciones biobasadas compostables con el objetivo de aumentar la relevancia de este tipo de envases y que sean empleados a nivel comercial. Para lo cual contó con un consorcio formado por universidades, centros tecnológicos y empresas que participan en el desarrollo e implementación de diferentes metodologías.
Una de las soluciones desarrolladas permitió el envasado de jamón cocido mediante una bandeja termoformada bajo atmósfera modificada (MAP). El envasado con MAP es una técnica establecida en la industria alimentaria para extender la vida útil de los alimentos. Gracias a la creación de condiciones atmosféricas favorables dentro del paquete que ralentizan los procesos de deterioro en el producto envasado.
En el caso específico del jamón cocido, estas condiciones se logran reduciendo el contenido de oxígeno y aumentando los niveles de dióxido de carbono. Esto se debe a que el oxígeno es un factor importante en la pérdida de la calidad de este alimento. Ya que el dióxido de carbono proporciona un efecto antimicrobiano.
En ese sentido, al aplicar una atmósfera modificada, es esencial mantener la composición de gas deseada dentro del envase durante todo el período de almacenamiento. Por esa razón, una de las propiedades más importante del material de envasado es proporcionar una barrera a la transmisión de los gases.
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