La nueva economía del plástico plantea cerrar el ciclo y generar un reciclaje y una reutilización a través del diseño de los empaques. Para ello la industria está trabajando en que el plástico mantenga su valor en el ciclo del reciclaje y que pueda incorporar de manera correcta nuevos productos sin alterar sus propiedades.

Uno de principales retos que tiene la industria de alimentos y bebidas es la constitución de una verdadera economía circular, que permita aumentar la cantidad de rPET en botellas y limitar la cantidad de plástico virgen empleado por los fabricantes.

En el webinar Selección y diseño de empaques para cierre de ciclo, en el marco de ExpoIalimentos, Laura Florez, Especialista en Plásticos, señaló que para lograr cerrar ese ciclo, se debe cambiar de manera fundamental el diseño. El 30% de los envases debería ser rediseñados, el 20% se debe reusar y el 50% se debe reciclar.

Florez puntualizó los segmentos de la industria de empaques que necesitan un resideño fundamental. Se debe intervenir en envases de formato pequeño como dulces que constituyen el 10% en peso de todo el plástico consumido, y en este caso se debe repensar su envase porque son empaques difíciles de reciclar.

El 13% lo constituyen los envases multi material, que al ser de diferentes combinaciones resultan difíciles de reciclar y lo único que se puede hacer con ellos es incinerarlos. Lo que se requiere es mantener un material que se pueda reusar.

Economía circular de los empaques

La Nueva Economía de los Plásticos es una iniciativa para generar impulso hacia un sistema de plásticos que funcione. Aplicando los principios de la economía circular, reúne a las partes interesadas clave para repensar y rediseñar el futuro de los plásticos, comenzando por los envases.

El mayor problema con los empaques es que generalmente se convierte en residuo tan pronto como el consumidor termina de usar un producto. Es por ello que los expertos en envases inteligentes también se centran en la creación de diseños que están optimizados para el reciclaje.

Al hacer que el empaque existente sea más fácil de reciclar, y también usar más material reciclado en un nuevo empaque, las compañías pueden ayudar a mantener los materiales en la cadena de valor por más tiempo.

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