Todos los integrantes de la cadena de valor en la industria del plástico deben asumir su responsabilidad en pos de un desarrollo sustentable.
En los tiempos que corren, con el crecimiento de la población mundial y el aumento del consumo, nos vemos enfrentados a satisfacer necesidades en el día a día que podrían traer un impacto negativo en el medio ambiente a futuro.
La industria del empaque, y especialmente de los plásticos, no es ajena a esta situación y deben instalar el debate para trabajar por un consumo responsable y un futuro sustentable.
En ese marco, ECOPLAS tiene como objetivo trabajar con los distintos agentes de la cadena de valor -productores de materia prima, transformadores, diseñadores de empaque, responsables de las marcas, recicladores, autoridades y usuarios finales- para que el empaque sea utilizado del modo más eficiente y se pueda convertir así en un reductor de desperdicios.
Empaque por un desarrollo sustentable
El empaque debe garantizar la conservación de su contenido y minimizar los riesgos de pérdidas a lo largo de toda la cadena, desde la fabricación del producto hasta el consumo.
Por sus propiedades, el plástico es un material versátil, flexible, de alto desempeño y gran capacidad de resistencia en pocos gramos. Es ideal para asegurar la preservación de alimentos como la leche, donde actúa como barrera ante el oxígeno y la luz manteniendo sus propiedades físicas y sus beneficios.
En otros casos, actúa como barrera ante el oxígeno para preservar la frescura de los alimentos, como los empaques de carne, por ejemplo, y hasta preservarlos de la humedad ambiente como en el caso de los cereales.
Todos los eslabones de la cadena son vitales para asegurar la sustentabilidad.
Desde las empresas productoras de materia prima que deben producir generando el menor impacto posible para el medio ambiente; las marcas y sus diseñadores que deben trabajar por generar diseños inteligentes que eviten el desperdicio de materiales; también el usuario tiene un rol fundamental ya que puede optar por porciones o tamaños más adecuados de productos para evitar así el desperdicio, además de reutilizar aquellos envases y/o bolsas plásticas para un segundo uso (como podría ser para tirar la basura domiciliaria o recoger las deposiciones de sus mascotas en la vía pública); y las autoridades para facilitar la gestión integrada de residuos.
Esta gestión permitiría reducir, reutilizar y reciclar envases.
El plástico es demasiado valioso para convertirse en basura
Los residuos urbanos en la actualidad son destinados, en su mayoría, a formar parte de vertederos o de rellenos sanitarios. Y, hasta en el caso de las sustancias orgánicas que lo componen, si bien son productos biodegradables, deben sufrir un proceso de destrucción llevado a cabo por microorganismos como bacterias y hongos para descomponerse.
Está comprobado que la biodegradación sin control genera gases como el metano, es vector de enfermedades y de liberación de olores.
El plástico, por otra parte sólo conforma, por ejemplo en la Ciudad de Buenos Aires, el 20% de los desperdicios urbanos y al ser un elemento inerte, si bien no se descompone en forma biológica, puede ser reciclado o reutilizado para recuperar su capacidad energética.
En el plástico podemos encontrar un reservorio de energía que se desecha día a día, pero podría volver a utilizarse para el beneficio de la comunidad. Por ejemplo, un kilo de plástico contiene energía equivalente a un kilo de diesel; una bolsita plástica tiene energía suficiente para mantener encendida una lámpara de 60 W por diez minutos y un envase de yogurt permite mantener 5 horas encendida una lámpara de bajo consumo.
El reciclado energético del plástico es un proceso de generación de energía por el tratamiento térmico de los residuos que ya es una realidad en los mercados más desarrollados. Por ejemplo, Europa ya posee 420 usinas de reciclaje energético y EEUU 98 y Japón recicla 4 millones de toneladas al año.
En la región, Brasil ya está avanzando en una iniciativa de Usina Verde donde se queman residuos urbanos con tecnología limpia, porque destruyen térmicamente los gases nocivos que se producen en el proceso, liberando principalmente sólo vapor de agua y dióxido de carbono a la atmósfera .
En Capital Federal, se generan 5mil toneladas de basura diaria. El 42% son residuos orgánicos, 37% secos y sólo el 20% son plásticos. Gran parte de esos plásticos podrían ser reciclados o bien reutilizados para generar energía. Este valor fue chequeado en reunión con Plastivida.
El Plástico y el desarrollo sustentable
Desde ECOPLAS apoyamos iniciativas responsables para promover y mejorar la sustentabilidad de la cadena de producción de plásticos y para colaborar con la sustentabilidad del planeta. Sin embargo, la sustentabilidad en la cadena del plástico es una cuestión que debe abordarse de una manera más amplia, es decir, considerar todos los puntos, desde la elaboración del plástico hasta el final de su ciclo de vida.
En este sentido, el plástico podría colaborar más eficazmente con el desarrollo sustentable con iniciativas basadas en el concepto de las "4 R":
- Reducir: fomentar el diseño inteligente que proteja los productos o alimentos reduciendo el desperdicio de packaging al máximo posible. En el caso de las bolsas plásticas, que éstas sean más resistentes para evitar el uso duplicado en supermercados y comercios en general.
- Reutilizar: fomentar el desarrollo de envases que, aprovechando la durabilidad del material, puedan ser reutilizados con repuestos o rellenos. Además, concientizar sobre el uso responsable de los envases y bolsas plásticas a toda la población. En el caso de las bolsas, por ejemplo, reutilizarlas como contenedora de basura doméstica.
- Reciclar mecánicamente: impulsar la recolección selectiva de materiales reciclables, en recipientes separados de la basura orgánica, para luego entregar a recicladores. Los residuos plásticos pueden servir como materia prima para generar nuevos productos plásticos mediante el reciclado mecánico.
- Reciclar energéticamente: Además, el valor calórico del plástico, puede ser aprovechado mediante el reciclado para generar energía.
En síntesis, el plástico es estratégico para un futuro sustentable.
Desde ECOPLAS buscamos desarrollar soluciones con materias primas cada vez más perfeccionadas que generen el menor impacto posible y, asimismo, convocamos a toda la cadena de valor a que nos acompañe en esta iniciativa por educar a la industria y a los usuarios para trabajar en pos de la reducción de desperdicios y un aprovechamiento más sustentable de los recursos naturales.