Cada mes en México se recuperan más de 35,000 toneladas de envases de PET, lo equivalente a seis de cada 10 botellas lanzadas al mercado. Al año, se reciclan 420,000 toneladas de PET equivalentes a 16,800 millones de botellas, de acuerdo con datos de ECOCE.
Esas cifras muestran que para ayudar a paliar los efectos del cambio climático, el papel del reciclaje en el modelo de la economía circular es sumamente importante. Gracias a los procesos de reciclaje, el anterior modelo lineal deja paso a un círculo sin fin basado en producir, usar y reciclar.
La economía circular es un sistema donde los productos y materiales se mantienen en uso con la finalidad de reducir o eliminar los residuos y la contaminación, además de buscar que los sistemas naturales se regeneren.
“Hoy estamos acostumbrados a una economía lineal donde un producto se extrae, produce, usa, desecha y termina en un relleno sanitario, en un tiradero cielo abierto o disperso en los océanos, sin embargo puede ser un recurso que aún podría usarse”, apunta en entrevista exclusiva para The Food Tech, Sofía Díaz, Gerente de Sustentabilidad de Grupo Danone.
De acuerdo con Díaz, existen tres principios importantes dentro de la economía circular:
- Diseñar para eliminar los residuos y la contaminación
- Mantener los productos y materiales en uso
- Regenerar los sistemas naturales
¿Por qué regenerar los sistemas naturales? Porque al no extraer, producir, usar y tirar desechos, los recursos no renovables se mantienen. “Hoy estamos en un proceso de transición, donde todavía no se tiene 100% un modelo circular, pero tampoco es lineal”, dice Díaz.
¿Cómo transitar a un modelo de economía circular en la industria del packaging?
Desde Grupo Danone y Bonafont, dice Díaz, se pueden enunciar cuatro compromisos ambientales:
- Preservación del agua
- Economía circular
- Cambio climático
- Agricultura regenerativa
“Dentro del pilar de economía circular, la política en materia de empaque está ligada a los compromisos de la nueva economía del plástico de Hellen MacArthur Foundation, la pionera en temas de economía circular”, apunta.
La especialista indica que son tres los pasos principales para adoptar una economía circular:
- Diseñar empaques para que sean circulares: Si se quiere que el empaque sea reciclado, es necesario garantizar que todos los componentes de ese empaque sean reciclables.
- Reusar, reciclar o compostar en práctica: Esto significa que el empaque pueda reciclarse. En México hay diferentes tasas de acopio por materiales, por ejemplo de PET. Un empaque de polietileno de baja densidad, comúnmente conocido como una bolsa, en teoría es reciclable, pero hoy el acopio de bolsas en México es muy bajo, entonces no se recicla.
- Conservar los recursos naturales como uso dentro de los empaques, es decir, que el material sea bio o de origen vegetal y que sea renovable. Por ejemplo, las botellas de PET reciclado.
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¿Cuáles son las ventajas de la economía circular en la producción de empaques?
La gerente de Grupo Danone los resume en los siguientes aspectos:
- Ahorro en el costo de materiales: Debido a que no se están rehusando y reciclando, no se extraen nuevamente.
- Asegura el abasto de materias primas, sobretodo de los recursos que son no renovables como el petróleo.
- Reducción de gases de efecto invernadero (GEI).
- Disminución o casi eliminación de basura a un mínimo.
- Baja la presión al medio ambiente y tener uno más sano.
- Hacer frente al cambio climático.
“El término de economía circular elimina el concepto de basura, el reto está en saber cómo capturarlo y volver a incorporarlo en los procesos productivos, ya sea en la misma industria o en otra”, enfatiza Díaz.
Existen dos vías para incorporarlo:
- Ciclo cerrado (closed loop): Por ejemplo, de una botella desechada hacer otra botella. Una aplicación ciclo cerrado porque la botella se convierte otra vez en botella.
- Ciclo abierto (open loop): Se refiere a que se usa el PET en otros productos que no sean botellas y darle una segunda vida.
Dentro de las ventajas de la economía circular entra el concepto de ecodiseño. Díaz explica que se refiere a diseñar, en el caso de los empaques de consumo, un producto que pueda ser reciclado, reusado o composteado en práctica.
“En este concepto se aplica la logística inversa. Un ejemplo es un garrafón de agua Bonafont, el cual se vuelve a regresar a la planta, se lava y se vuelve a rellenar y, una vez que termina su vida útil, se muele para que vuelvan a ser garrafones o, bien, se vende a otras industrias para hacer escobas, cuerdas, cajas, etcétera”, indica.
¿Cuáles son los retos dentro del mercado del envase?
Díaz señala que son diversos los aspectos los que están marcando los desafíos, pero que deben tomar en cuenta la industria del envase:
- Reducir la huella ambiental.
- Impulsar el reciclaje: Lograr el acopio de los materiales. Por ello, es necesario que todos los actores de la cadena de valor del reciclaje estén involucrados, desde industria, gobierno, consumidores y hasta el sector informal.
- Cómo integrar al sector informal cuando se diseñan estrategias de economía circular.
- El término de circularidad elimina el concepto de basura. Entonces, una oportunidad es cómo lograr la colaboración, es decir, unir esfuerzos con otras empresas, sectores e industrias para cerrar el ciclo de varios empaques y puedan ser utilizados como su materia prima.
- Tener regulaciones y lograr una transformación hacia una economía circular donde todos puedan participar.
- La economía circular no sólo trata de reciclar o eliminar los residuos, también tiene un fuerte componente de innovación, inclusión y desarrollo económico.
¿Cuáles son las tendencias en materia de sustentabilidad?
La gerente de sustentabilidad de Grupo Danone enumera las siguientes tendencias:
- Simplificar los materiales: Hacer empaques que tengan un sólo material, es decir, si es de PET que sean sólo de este material, pues esto facilita el reciclaje. Por ejemplo, para el PET, se muele la botella, se separa la tapa y la etiqueta por flotación.
- Diseñar para facilitar el reciclaje, usando la menor cantidad de material posible.
- Uso de plásticos biodegradables, sin embargo para la industria de bebidas y alimentos no hay ninguna aplicación a escala.
- Se habla también de empaques compostables, pero aún es complicado implementarlo en México, sobre todo porque no se tiene un sistema de compostaje industrial.
“El mejor empaque es el que no existe. Por ello, el trabajo está en innovar en los modelos de negocio para entregar el mismo producto al consumidor sin empaque o con uno que pueda ser usable, por lo tanto la tendencia va hacia la retornabilidad, el reuso y la eliminación de partes del empaque que son innecesarias o no están agregando valor”, subraya Sofía Díaz.
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