Existe una tendencia en el mercado hacia envases más sostenibles y para marcarlos como es debido han hecho su aparición las ecoetiquetas.
En este sentido dentro de los envases plásticos cabe destacar las siguientes acciones:
• Uso de materiales reciclados.
• Uso de materiales biodegradables.
• Uso de materiales renovables.
• Productos más ligeros.
• Productos reciclables.
• Productos fabricados con menor consumo energético.
• Etc.
Este esfuerzo muchas veces no es percibido por el consumidor y por tanto el producto no recibe la acogida prevista.
Es necesario distinguir estos envases del resto, de forma que el usuario final sea capaz de elegirlo en base a unos criterios ecológicos y poder así facilitar la denominada Compra Verde Privada.
Tampoco hay que olvidar la Compra Verde Pública, puesto que en determinados productos uno de los mayores consumidores es la propia Administración/Gobierno.
Ecoeqtiquetas para resaltar la sostenibilidad del producto
La distinción de envases más sostenibles es en ocasiones difícil. En el caso de la Compra Verde Pública se pueden exigir ciertos parámetros como consumo de recursos, energéticos o que se den resultados de un Análisis de Ciclo de Vida o de Huella de Carbono.
Así se compararían resultados y el de menor impacto ambiental recibiría mayor puntuación en la adjudicación.
Sin embargo en la Compra Verde Privada, cuando un consumidor va a la tienda o al supermercado, debe saber distinguir a simple vista un producto de otro, por eso es muy importante marcar el producto más sostenible de forma que se diferencie del resto de productos.
Este marcado ya existe, aunque a veces resulta poco claro o poco fiable, como es el caso de frases como "amigable con el medio ambiente", "respetuoso con la naturaleza", "ecológico", que no indican realmente nada del producto, aunque pueden ser apetecibles al consumidor.
El problema de estos marcados, además, es que no llevan ningún tipo de regulación, lo que implica que cualquier envasado podría marcar el producto sin cumplir lo que allí se indica.
Un marcado falso lleva a medio-largo plazo el efecto contrario al deseado, el consumidor no se cree lo que dicen en general las marcas y al final no relaciona este tipo de marcas con beneficios ambientales.
Por el contrario a este tipo de marcado, existen otros tipos en los que el marcado es fiable y se hace bajo una serie de requisitos previos que deben cumplir y que son certificados por terceros, son los denominados ecoetiquetado tipo I, II y III.
Ecoetiquetas reguladas
El ecoetiquetado tipo I está regulado por la norma ISO 14024. Etiquetas ecológicas y declaraciones medioambientales. Este ecoetiquetado está basado en criterios múltiples determinados por terceros en programas voluntarios.
El producto que recibe una ecoetiqueta está bajo control del organismo que concede la misma. Esta concesión es válida durante un periodo no superior a tres años (el periodo depende de la ecoetiqueta concreta que se trate). Finalizado dicho tiempo, debe renovarse.
Este tipo de ecoetiquetas son muy comunes en la UE y algunas son reconocidas a nivel global como el Ángel Azul o el Cisne Blanco.
En el caso del Ángel Azul, cabe distinguir por ejemplo la ecoetioqueta para productos de plásticos hechos en base a material reciclado, en el que hay que cumplir, entre otros requisitos:
• Porcentaje mínimo del 80% de materiales reciclados en el producto final.
• Si es un reciclado de plásticos mixtos y estos van a estar en contacto con el suelo o agua no deberán tener un impacto adverso al medio ambiente.
• Prohibición de uso de cadmio.
• No se deben aditivar las materias plásticas con sustancias de los Anexo I, III y IV de la Directiva 67/548/CE. Tampoco pueden quedar esas sustancias como impurezas mayores del 0.01% en peso del aditivo, ni negro de carbono como pigmento.
• Las partes plásticas deben estar identificadas de acuerdo DIN ISO 11469.
• Los aditivos deben quedar identificados, con sus respectivas hojas de seguridad y una declaración sobre el cumplimiento de REACH.
• Se excluye el uso del PVC, de plásticos que contengan PBDE como retardantes a la llama y poliuretano espumado con compuestos orgánicos halogenados.
El marcado hace la diferencia
El ecoetiquetado tipo II está regulado por la norma ISO 14021. Etiquetas ecológicas y declaraciones medioambientales. Autodeclaraciones medioambientales. Se trata de declaraciones informativas sobre el medio ambiente realizadas por el propio fabricante/titular del producto.
Dichas declaraciones se pueden hacer de diferente forma, aunque lo más habitual es en forma de texto, símbolo o cifras. No se suelen certificar, aunque deben llevar un estudio apoyándolas. Dentro de este grupo destaca el ecoetiquetado de reciclabilidad y de contenido en material reciclado.
El ecoetiquetado tipo III está regulado por la norma ISO 14025:2007. Etiquetado ecológico y declaraciones ambientales. Declaraciones ambientales Tipo III. Principios y procedimientos. Se basa en verificaciones independientes que emplean índices predefinidos y que proveen informaciones sobre los contenidos y características del producto. Esta información se obtiene a través de un ACV del producto.
Este tipo de marcado, aunque es el que mayor base ambiental tiene, es de difícil entendimiento por parte del consumidor final, por lo que en la mayoría de los casos no resulta eficaz.
El marcado supone una diferenciación de producto por lo que debe significar un reconocimiento del mismo, debido al buen comportamiento ambiental. Éste debe traducirse en un aumento de competitividad por parte de la empresa que lo produce y un aumento del negocio, provocado por el mayor número de clientes comprometidos con el medio ambiente.
Lógicamente no hay que olvidar las características técnicas, de calidad y de precio que el envase debe cumplir.