El mundo del envase está alcanzando exigencias muy altas en cuanto a prestaciones (permeabilidad/impermeabilidad, durabilidad, resistencia, flexibilidad/dureza, etc.), cumplimiento legislativo (contacto alimentario, exigencias de compatibilidad de producto, etc.) y precio competitivo.
En los últimos años, y cada vez de forma más clara, se le exige además unas características ambientales. Se quiere un envase que no afecte al medio ambiente, que sea sostenible, que tenga una huella de carbono mínima, que el consumo de recursos sea bajo, etc.
Así la opción ambiental se convierte en muchos casos en un punto crítico que se debe solventar, aunque a veces no se tiene claro “el cómo”.
El ecodiseño es sobre todo una metodología en la que se analiza el producto a lo largo de todo su ciclo de vida para obtener una opción con menor impacto ambiental.
Cuando una empresa se plantee el diseño de un producto nuevo o el rediseño de un producto ya existente, mediante el ecodiseño evaluará las opciones que se le presentan desde el punto de vista ambiental y elegirá la de menor impacto.
Estrategias de ecodiseño
• Mejorar el concepto de producto.
• Selección de materiales de bajo impacto.
• Reducción del uso de materiales.
• Optimización de las técnicas de producción.
• Optimización del sistema de distribución.
• Reducción del impacto durante el uso.
• Incremento de la vida útil del producto.
• Optimización al final de la vida útil del producto.
Dentro de estas estrategias se pueden definir algunas acciones que pueden llevarse a cabo para disminuir el impacto ambiental del envase, aunque siempre hay que analizar la evaluación de aspectos integrales para poder elegir la mejor opción global.
Algunas de estas acciones son:
• Uso de materiales reciclados.
• Uso de materiales biodegradables.
• Disminución de espesor de la pared del envase.
• Disminuir la rosca de una botella (y por tanto la dimensión del tapón).
• Hacer un envase más ligero mediante espumación.
• Hacer envases con una forma más cónica para que durante el transporte de esos envases vacíos se haga de forma apilada. En este caso habrá que estudiar la forma en que el desapilamiento sea sencillo y rápido, por ejemplo mediante el uso de algún desmoldeante.
De todas las anteriores, la reducción de materiales es sin duda la estrategia por la que existe una mayor apuesta del mercado actual. El desarrollo de envases que necesiten menos materiales reporta ventajas medioambientales y económicas, lo que hace que la solución tenga interés a nivel medioambiental y empresarial.
Por otra parte, el uso de materiales reciclados y biodegradables va tomando cada vez mayor fuerza.
Soluciones ambientales
En el caso de materiales reciclados, la aprobación de la legislación que permite su uso para el contacto con alimentos ha abierto una puerta que hará incrementar su demanda los próximos años de forma progresiva. Como dato, en Estados Unidos donde la legislación permite su uso desde hace más de diez años, el 15% del material reciclado post-consumo va destinado al contacto con alimentos.
Los materiales biodegradables y compostables son una solución ambientalmente ideal, no obstante, su elevado coste y las limitaciones en el suministro hacen que esta opción sea a medio plazo, aunque cada vez los envases fabricados con estos materiales tienen más protagonismo en el mercado.
El ecodiseño, por tanto, permite conseguir unos envases sostenibles y que son una solución adecuada, lógicamente siempre sin perder de vista la funcionalidad del propio envase.