Durante estas festividades de fin de año, los residuos sólidos en México aumentan hasta un 30 por ciento, de acuerdo con datos del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (CONAHCYT) y aunque esta es una de las temporadas más esperadas y celebradas del año, impone un importante reto ambiental.
Este incremento no solo está relacionado con el consumo de productos, sino también con el auge del comercio electrónico, donde México se coloca como un mercado en auge en ventas online desde 2019, según la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO).
El comercio electrónico ha transformado la manera en que los consumidores adquieren productos, pero también ha aumentado la demanda de empaques, particularmente plásticos.
En 2021, la organización Oceana reportó que en la Ciudad de México se generaron 86 mil toneladas de desechos plásticos derivados de las compras online, una cifra que equivale a 29 camiones llenos de plásticos cada día.
Este panorama es más preocupante, según Bioelements en México, si se considera que una gran parte de estos residuos está compuesta por plásticos de un solo uso, utilizados principalmente para el embalaje de regalos y otros productos adquiridos en línea.
El desafío es mayor debido a los bajos índices de reciclaje en el país. Según el estudio de percepción de plástico y consumo de empaques en Latinoamérica 2024, elaborado por La Vulca & Netquest, casi la mitad de los consumidores no reciclan los plásticos o lo hacen de manera parcial.
Esto es especialmente crítico en el caso de los plásticos blandos, que representan el 27% de los residuos plásticos generados durante las festividades.
Impacto en la industria de alimentos
La Agencia de Protección Ambiental (EPA) destaca que la generación de residuos domésticos aumentan en más del 25% entre las festividades de fin de año, como son Navidad y Año Nuevo, lo que resulta en alrededor de 1 millón de toneladas adicionales de residuos cada semana.
“El envoltorio de regalo, el embalaje y los residuos de la industria alimentaria contribuyen significativamente a los mayores niveles de residuos generados por los consumidores durante las vacaciones”, destaca la EPA.
Por lo que destaca que las empresas tienen la oportunidad de cambiar a opciones de empaques más sostenibles, lo que contribuiría a disminuir el impacto ambiental de empaques plásticos de un solo uso.
Por lo que sugiere elegir materiales reciclables y asegurarse de comunicar esta decisión de manera clara a los clientes. Esto debido a que actualmente, solo alrededor del 34 % de las empresas utilizan envases sostenibles o reciclables durante las vacaciones.
“El embalaje juega un papel importante en la industria alimentaria, asegurando que los productos permanezcan seguros, frescos y atractivos para los consumidores.”, destaca un artículo publicado por Hi Tech Packaging.
Sin embargo, no se puede pasar por alto el impacto ambiental del embalaje. Los materiales de embalaje tradicionales como el plástico, el vidrio y el metal han dominado la industria durante mucho tiempo, pero las alternativas sostenibles están ganando terreno, agregó.
Pero la demanda de empaques aumenta junto con el alto consumo de alimentos y bebidas durante las fiestas decembrinas.
Es sabido que la producción y eliminación de materiales de embalaje tradicionales como el plástico, el vidrio y el metal contribuyen significativamente a las emisiones de gases de efecto invernadero.
Según la Agencia de Protección Ambiental (EPA), solo alrededor del 9% de los residuos plásticos se reciclan, y el resto termina en vertederos o en el medio ambiente.
El artículo destaca que el cambio del embalaje tradicional al sostenible en la industria alimentaria no es solo una tendencia, sino una necesidad para el bienestar de nuestro planeta.
Los bioplásticos, que provienen de fuentes renovables como el almidón de maíz o la caña de azúcar, generan una menor huella de carbono en comparación con los plásticos convencionales.
Además, los materiales de embalaje ligeros ayudan a disminuir las emisiones durante el transporte.
“Si bien el embalaje tradicional ha cumplido su propósito, sus inconvenientes ambientales no se pueden ignorar. El embalaje sostenible ofrece una alternativa viable que reduce la contaminación, reduce las emisiones de carbono y promueve la eficiencia de los recursos”, se destacó.
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