El crecimiento urbano acelerado y el incremento del consumo global están generando un importante aumento en la cantidad de residuos, lo que plantea desafíos para la sostenibilidad ambiental a nivel mundial.
En respuesta a esta problemática, los gobiernos están intensificando sus esfuerzos para implementar regulaciones y políticas públicas que promuevan una gestión responsable de los residuos, orientada hacia una economía circular.
Según un reciente estudio de Statista, el mercado global de gestión de residuos alcanzó un valor de 1.3 billones de dólares en 2022 y se espera que crezca a una tasa promedio anual del 5.4% en los próximos seis años, alcanzando un valor de 1.96 billones de dólares para 2028.
Esta tendencia refleja la creciente necesidad y demanda de soluciones innovadoras y sostenibles para abordar el manejo de residuos en todo el mundo.
Una nueva técnica para tratar inventarios obsoletos
El Centro de Pretratamiento para la Valorización de Residuos GIRI de Ambipar Environment, una empresa de soluciones ambientales, ha implementado un nuevo proceso para el manejo de inventarios obsoletos y fuera de especificación, al ofrecer alternativas sostenibles a la disposición tradicional en rellenos sanitarios.
“Prácticamente no existe empresa o industria productiva que se libre de la necesidad de destruir un inventario, ya sea porque son productos que no tienen valor comercial, han caducado, están dañados o no cumplen con los estándares de calidad establecidos”, aseguró Andrés Jensen Velasco, gerente Corporativo de Desarrollo y Nuevos Negocios de la compañía.
Explica que tradicionalmente estos productos obsoletos se eliminaban mediante la disposición final en rellenos sanitarios, una práctica no sostenible que contribuye al deterioro ambiental.
Por ello, la empresa ha implementado un proceso avanzado en su planta que no solo clasifica envases y embalajes para reciclaje, sino que también utiliza tecnología especializada para la valorización de los productos.
El proceso incluye un equipo mecánico diseñado para manejar inventarios obsoletos, principalmente de la industria alimentaria.
Este equipo separa los envases del producto, permitiendo que ambos puedan ser gestionados de manera ambientalmente responsable.
"Este proceso no solo nos permite reciclar los envases adecuadamente, sino que también valorizamos el producto en sí mismo", explicó Jensen Velasco.
Además, los productos orgánicos se pueden utilizar como base para alimentos animales, como insumo para compost o pueden ser destinados a biodigestión para la producción de biogás.
Además de los beneficios ambientales, la gestión adecuada de estos residuos ofrece ventajas económicas y regulatorias para las empresas.
La certificación de la destrucción de inventarios obsoletos permite a los productores eliminar estos productos de sus inventarios comerciales, lo que conlleva beneficios tributarios y una reducción de la huella de carbono de la industria.
"El co-procesamiento de los envases compuestos por materiales no reciclables o contaminados es otra innovación clave en nuestro proceso", destacó Jensen Velasco. "Esto implica una disminución significativa en la huella de carbono de la industria, al mismo tiempo que evitamos la disposición en rellenos sanitarios de volúmenes importantes de residuos".
La problemática de los inventarios obsoletos
Las empresas de diversos sectores, incluyendo la industria alimentaria, generan inventarios obsoletos por diversas razones: productos sin valor comercial, caducidad, daños o incumplimiento de estándares de calidad.
La práctica habitual para su eliminación consiste en la disposición final en rellenos sanitarios, una solución que no solo genera un impacto ambiental negativo, sino que también representa un riesgo para la salud pública.
Con la técnica de valorización se jerarquiza la gestión de residuos, al mismo tiempo, se da prioridad al reciclaje por encima de la eliminación.
El inventario obsoleto se refiere a artículos o alimentos que ya no se pueden vender ni utilizar.
También se le conoce como inventario muerto, exceso de inventario o stock muerto. Son llamados también inventarios caducados porque los productos han perdido su valor o caducidad y ya no se pueden vender.
Según los especialistas, un inventario obsoleto se acumula por:
- Falta de demanda o cambios en las preferencias de los consumidores.
- Cambios en la tecnología
- Pérdida de valor de mercado
- Problemas de calidad del producto
- Malas prácticas de gestión de inventario
- Previsión de demanda inexacta
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